SALUD Y MEDICINA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

06.06.2024

A 30 AÑOS DEL PRIMER ENCUENTRO DE SALUD Y MEDICINA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS REALIZADO EN LA ARGENTINA 

La propuesta es rememorar un encuentro, mejor dicho, el primer encuentro de salud y medicina de pueblos indígenas que se realizara en el año 1994 en nuestra Provincia y para eso, rescatamos un artículo que se publicó el día 26 de mayo pasado en el Diario La Arena de Santa Rosa, La Pampa y que pertenece al Sr. Horacio Oscar Pracilio Médico sanitarista pampeano. Profesor Titular de la Cátedra de Salud, Medicina y Sociedad de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA entre 1985 y 2017.

Exactamente el día 25 de mayo pasado se cumplieron 30 años del mismo, al mismo tiempo en Santa Fe se incorporaban por primera vez en la Constitución los derechos de los pueblos originarios.

Fueron 3 días en el que más de 300 personas se reunieron en la localidad de Toay (aledaña a la Capital de la Provincia) que justamente ese año cumplía su centenario, fue un encuentro intercultural e interdisciplinario inédito en nuestro país.

Por primera vez en la historia de la salud y la medicina argentina, representantes de los pueblos originarios de todas las provincias y comunidades tuvieron la posibilidad de tratar sus problemas y compartir experiencias con sus pares de otras etnias y con profesionales de distintas disciplinas vinculados con la salud.

La elección de La Pampa como sede de este inédito encuentro, propuso situarnos en el lugar donde los pueblos originarios del centro-sur de nuestro territorio (pampas, mapuches, ranqueles, puelches, vorogas) resistieron más de dos siglos el avance del hombre blanco hasta el fin de sus vidas. La Pampa Central fue zona de convergencia de las "rastrilladas" por las cuales transitaba el indio en sus dominios y Toay, fue precisamente un sitio de cruce de las mismas y también de asentamiento de numerosas familias de antiguo linaje ranquel.

Sus descendientes ven hoy con orgullo reflejada la imagen indígena en el escudo oficial de la provincia, siendo La Pampa la única provincia argentina que la ha adoptado, así como se manifiesta en la toponimia de sus departamentos y localidades.

El evento fue una iniciativa de la Cátedra de Salud, Medicina y Sociedad de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, y fue organizado en conjunto con la Universidad Nacional de La Pampa, una entidad de apoyo a los pueblos indígenas y la agrupación ranquel de Toay, con apoyo además nacional y provincial

Uno de los fundamentos del encuentro fue la propuesta de analizar los problemas de salud en base a un nuevo paradigma. El modelo médico vigente, tan arraigado en la medicina como en la población, está basado en la enfermedad. Pero cuando el cólera regresó trágicamente al continente americano, en nuestro país los únicos muertos fueron indígenas. 

El nuevo modelo médico propone una perspectiva antropológica, es decir centrado en la persona humana, con su entorno social y cultural, y en la promoción de la salud individual, familiar y comunitaria.

Con el retorno de la democracia, las universidades comenzaron a incorporar el modelo bio-psico-social en la educación médica, de lo cual la Cátedra de Salud, Medicina y Sociedad de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA fue pionera en la Argentina desde 1984. Desde aquel encuentro en La Pampa que permitió conocer las numerosas experiencias de equipos y programas de salud en comunidades indígenas, mucho se ha avanzado en el terreno de la salud intercultural, que se incluye ya en varios planes de estudio de las profesiones de la salud.

Desde todos los rincones del país, el 25 de mayo de 1994 llegaron hasta La Pampa representantes de comunidades indígenas mapuches, tehuelches, kollas, tobas, guaraníes, mocovíes, chaguancos, chanés, pilagás, wichís, chorotes, chulupiés, tapietés, diaguitas, calchaquíes y ranqueles. Junto con ellos, trabajadores de la salud, investigadores y estudiosos de diversas provincias y universidades, funcionarios y representantes de organismos municipales, provinciales, nacionales e internacionales.

En ese encuentro los participantes compartieron experiencias, visiones, reclamos y proyectos. Además, las actividades de confraternización como los almuerzos colectivos en la Escuela 62, el espectáculo musical en el Aula Magna de la UNLPam y la rogativa en el Parque Aborigen de Toay, fueron excelentes pretextos para este intercambio intercultural entre quienes nunca antes se habían visto y que a partir de allí descubrieron que tenían muchas cosas en común.

En la conferencia inaugural en Toay, el antropólogo Carlos Coloma explicó: 

"La salud indígena se encuentra en íntima relación con el medio ambiente por sus nexos con la cultura material y simbólica, por ello es altamente dependiente de la situación ambiental, agraria o de grandes proyectos que afectan la disponibilidad de la tierra". Por otra parte, señaló: "La adaptación cultural a la enfermedad hace que la población no clasifique las patologías por su expresión orgánica, como se realiza en la medicina occidental, sino, a partir de una intrincada trama multicausal en la que se integran los aspectos de espiritualidad y del comportamiento humano, a partir de sus valores, creencias, normas y tabúes sociales". Por último, destacó que "La medicina tradicional indígena está plenamente vigente y no se trata de un vestigio cultural en vías de desaparición, por el contrario, su tendencia histórica demuestra su capacidad de adaptación a la dinámica de los cambios introducidos en el proceso de modernización y su permanencia a pesar de la introducción vertical de la medicina occidental".

Reparación histórica

El encuentro de Toay se propuso además poner en la agenda política argentina la problemática general de los pueblos originarios, esperando que pudiera contribuir a "reconocer y respetar la diversidad cultural de los pueblos que componen nuestra Nación, y que sirva como un aporte real de la formulación de propuestas para mejorar las condiciones de vida y salud de los pueblos indígenas de Argentina, y el comienzo de una reparación histórica largamente postergada".

Conclusiones finales

"El problema de la salud debe considerar el contexto general de la problemática indígena, que tiene que ver con un conflicto aún no resuelto entre los pueblos originarios y el Estado dominador, que depende de la restitución de los derechos fundamentales como el territorio, la libre determinación y el reconocimiento como pueblos". 

Y que sólo de allí pueden surgir los demás derechos como la educación, la salud y las prácticas medicinales. Se destacó que el concepto de territorio para los pueblos originarios es más amplio que el de tierra, porque "Para nuestra cosmovisión el territorio comprende la totalidad del hábitat, ya que tiene que ver con la armonía de vivir el hombre con la naturaleza toda, y comprende por tanto el derecho al uso, al control y administración de los recursos naturales existentes en el territorio".

Con respecto a las medicinas tradicionales, se recordaron las pautas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de respeto a la medicina de los pueblos originarios, "Ya que nuestra medicina no está al servicio del lucro como la medicina occidental, sino al servicio de la vida. Los pueblos originarios no nos oponemos a que nuestros conocimientos, aprendidos durante miles de años de experimentación y enseñanza sean usados para beneficio de la humanidad, pero reclamamos la reivindicación de los derechos intelectuales para los pueblos indígenas de esta sabiduría y conocimientos aportados a la humanidad"

Sin embargo, a 30 años de aquel histórico encuentro y de la reforma constitucional, y a 140 años de la llamada "conquista del desierto", a pesar de los esfuerzos de algunos actores sociales y políticos, muchos pueblos indígenas de nuestro país siguen excluidos aún de la tenencia de la tierra en la que viven, continúan padeciendo la marginación, la exclusión social, la discriminación, la transculturación, la violencia institucional, la enfermedad y la muerte. Si bien en cuarenta años de democracia se ha ido generando una conciencia social sobre sus derechos, sigue siendo una fuente de conflictos en varias provincias, en particular por la explotación de los bienes comunes naturales como el gas, el petróleo o el litio en los territorios reivindicados por las comunidades indígenas. 

Por último, en el nuevo contexto político nacional, donde por un DNU se deroga la Ley 26.737 de protección de tierras rurales, conocida como la Ley de Tierras, es posible anticipar una proliferación de disputas territoriales, por la priorización de actividades económicas sobre los territorios indígenas, que es abiertamente contradictoria con sus derechos.


Fuente:

https://www.laarena.com.ar