CANNABIS

19.12.2020

Existe sin duda, una perfecta y armoniosa sabiduría de la naturaleza vegetal, que precede al hombre en millones de años adaptándose y preparando el terreno para recibir al ser humano, colaborando en su sustento, su cuidado físico, el mantenimiento de la salud y las sanaciones de las enfermedades del cuerpo y del alma.

Esta naturaleza vegetal, tiene entre sus más valiosos elementos las llamadas Plantas Maestras, o Plantas de Poder, cuyos espíritus vegetales nos pueden guiar a ampliar la percepción de nuestro mundo, a enriquecer nuestro ser y expandir nuestra conciencia, volviéndonos más comprensivos, sabios y amorosos.

A lo largo de la historia, las Plantas Sagradas han sido utilizada como vía de conocimiento por muchas culturas y civilizaciones ancestrales, desde los aztecas, olmecas, mayas e incas hasta los minoicos, persas y griegos, desde egipcios y chinos hasta los habitantes de la India milenaria.

Las plantas Sagradas también son portadoras de salud y por ello son conocidas como "medicina", por los pueblos que las utilizan. Este concepto de salud no sólo considera al cuerpo, sino también incluye la psique y el espíritu.

El Cannabis (conocido como marihuana), cáñamo, es una de ellas denominadas así por estos pueblos, sin duda ha creado grandes controversias desde su utilización, considerándola la medicina prohibida.

Es una planta con propiedades psicoactivas que diversas poblaciones humanas han producido, intercambiado y consumido a lo lago de miles de años.

Al igual que muchos vegetales, existe una amplia gama de variedades de marihuana, las cuales son similares entre sí pero con diferencias importantes en tiempo de maduración y concentración de los distintos cannabinoides, responsables de que existan variedades más eufóricas que generan risa y otras más narcóticas que dan sueño.

Entre las más conocidas están: Cannabis Sativa, Indica, Ruderalis. La Sativa por decirlo de alguna manera la más popular, es una planta de una cosecha anual, aunque en interior y gracias a la luz artificial se pueden hacer múltiples cosechas al año.

La Planta de Marihuana es dioica de la familia de las cannabináceas de hasta 3,5 m. Tiene hojas inferiores opuestas, las superiores alternas, con de 3 a 9 foliolos dentados. Las flores pequeñas, verdosas, las femeninas con dos destacados estigmas y las masculinas con 5 estambres. Los frutos hinchados con semillas negras, también llamados cañamones.

La planta produce una serie de moléculas con diversas propiedades. Estas moléculas se generan y se acumulan en grandes cantidades en pequeñas glándulas llamadas "tricomas", que están presentes en toda la parte aérea de la planta pero abundan en las inflorescencias, llamadas popularmente "cogollos".

Entre los compuestos producidos destacan flavonoides, terpenos y cannabinoides (llamados fitocannabinoides, por su origen vegetal), éstos últimos pertenecen a una familia de aproximadamente 70 moléculas, donde los dos más conocidos y estudiados son el THC (tetrahidrocannabinol, que tiene efecto psicoactivo, es decir, que "vuela") y el CBD (cannabidiol, que tiene nula o baja psicoactividad) ambos con aplicaciones medicinales, pero éste último ha despertado gran interés debido a sus bajas repercusiones en la psiquis.

HISTORIA:

Se cree que es originaria de las cordilleras del Himalaya en Asia, aunque hay reportes muy antiguos de diversas otras zonas del mundo.

Pero la primera mención de la que se tiene noticia sobre el uso terapéutico del cannabis aparece en Shen Nung Ben Ts'ao, una farmacopeaclásica de la medicina china; cuenta la leyenda que fue redactada por el mítico fundador de la medicina china, el emperador Sheng Nung, en el año 2.737 a.c., quien lo recomienda para tratar varias afecciones: estreñimiento, reumatismo, dolores menstruales e incluso malaria. Todavía de este compendio se conserva una copia del siglo 1 d.c.

Existen también textos provenientes del Antiguo Egipto, Persia, Tíbet, Azerbaiyán, Grecia, Israel, Palestina y otros países árabes, que documentan el uso terapéutico del cannabis. El pueblo asirio también tenía conocimiento del cannabis y sus propiedades psicoactivas. Bajo el nombre de "qunubu" (nombre que probablemente dio origen al posterior cannabis) lo utilizaban dentro de sus ceremonias religiosas.

Una antigua leyenda india cuenta cómo cuando los dioses batieron el océano de leche para obtener amrita, el néctar divino, lo que obtuvieron fue cannabis (bhang en sánscrito) Los demonios trataron también de conseguirlo pero fracasaron en su intento, por lo que los dioses dieron al cannabis el nombre de vijaya, victoria. Desde entonces los hindúes creen que confiere poderes extraordinarios o shidis a quien consume la planta.

La masiva religión hindú cree que el cannabis se ha creado del dios Shiva y tiene fuertes lazos con el elixir de la vida. El bhang es un lechoso té con especias a base de hojas y cogollos de marihuana. Beber bhang se dice que limpia el cuerpo de pecado y ayuda al bebedor a evitar el peligro en el más allá. El Bhang es a menudo disfrutado durante el 'Holi' (El Festival de los Colores) y la Maha Shivaratri (La Gran Noche de Shiva).

Avanzando en la historia, encontramos que la Revista Sudafricana de Ciencia publicó un estudio que reveló que «pipas desenterradas de la casa de Shakespeare en Stratford Upon Avon contenían restos de cannabis». El análisis químico se realizó después de que un grupo de investigadores plantearan la hipótesis de que la «conocida hierba» (noted weed) mencionada en su Soneto nº 76, y el «viaje en mi cabeza» (journey in my head) del Soneto nº 27 podrían hacer referencia a esta planta y su uso.

El médico y filósofo Paracelso (1.493-.1.541) menciona al cannabis como componente del Arcana Compositum, medicamento que él consideraba como uno de los más importantes.

Es recién en la primera mitad del siglo XX que ocurre la desacreditación del cannabis, tanto como sustancia psicoactiva como en su uso medicinal.

Múltiples factores e intereses convergen para estigmatizar esta planta maestra que tantos servicios le había brindado al hombre a lo largo de la historia.

Pero este elevado espíritu vegetal, femenino y nutritivo, no cejaría en su empeño por seguir ayudando al ser humano en su evolución, en su camino por recobrar el equilibrio, el sentido y la salud.

El uso de cannabis comenzó a ser penalizado en varios países al comenzar el siglo XX. En 1911 fue prohibido en Sudáfrica, en 1913 en Jamaica (por aquel entonces aún colonia inglesa), y en la década de 1920 en el Reino Unido y Nueva Zelanda.

En Estados Unidos la primera ley prohibicionista en relación al cannabis aparece en 1910. Por entonces el uso de cannabis fumado era habitual en locales de jazz en Nueva Orleáns y era frecuente su uso también en México.

La iglesia católica no tardó en tener reparos con esta planta milenaria, particularmente por su uso psicoactivo, comenzando a presionar para que se promulgasen leyes que prohibieran su uso.

Por otro lado el magnate norteamericano Randolph Hearst, quien debía gran parte de su fortuna a la producción de papel a través de la industria maderera, estaba interesado en eliminar cualquier competencia con el papel de cáñamo mexicano, así que inició una cruzada mediática a través de sus periódicos en la que satanizaba el consumo del cannabis y lo presentaba ante la opinión pública como una droga generadora de violencia y socialmente devastadora.

Hearst, consideraba que el cáñamo era una amenaza para sus explotaciones de madera por lo que se dedicó a través de su cadena de periódicos a difundir teorías racistas en las que explicaba como «los negros y mexicanos» se convertían en bestias asesinas bajo los efectos de la marihuana. La ley prohibicionista hizo eco en los mandatarios más conservadores y no tardó en imponerse a otros estados.

En el año 1937 se promulgaba la prohibición total de la planta, con la opinión pública manipulada.

A partir de la ilegalización mundial del cannabis, se generan graves consecuencias para el mundo entero.

El mercado se sumerge en la ilegalidad, favoreciendo la aparición de las grandes mafias de narcotraficantes. Aumenta la violencia y las muertes vinculadas al mercado negro y sus redes.

Se transforma así la prohibición en un efectivo dispositivo de control social.

Otra consecuencia que se desprende de esta situación es un destino importante de recursos públicos; todos los países destinan millonarios fondos a la "guerra a las drogas", siendo el cannabis el principal blanco de esta cruzada, por ser la sustancia ilegal más usada en el mundo entero.

Además se generó una situación sumamente importante que fue dificultar el avance científico y la investigación del uso medicinal con todo su tremendo potencial.

No obstante, desde el Renacimiento la utilización de esta planta ha sido objeto de progresivo interés, tanto para fines médicos como prácticos. Diferentes partes del cáñamo, en especial sus fibras, constituían la fuente para la fabricación de varios productos: papel, cuerdas, redes, aceites, tinturas, jabón, tejidos, entre otros-.

Sus hojas y semillas se han usado como alimento para animales. Hasta fines del siglo XVIII el cultivo del cáñamo no sólo estaba muy difundido, sino que incluso fue singularmente alentado por los principales actores de la revolución norteamericana y por Manuel Belgrano en nuestro país.

No fue sino hasta la década del 60 que un científico, el Dr. Raphael Mechoulan, de Israel, se decide a investigar esta planta que tanto se usaba y de la que tan poco se sabía en términos científicos. En 1964 el Dr. Mechoulan se transformó en el primer científico que identificó y sintetizó el THC. Desde entonces prosiguió con ahínco sus investigaciones, y en los 90' su equipo descubrió el sistema endocannabinoide, tal vez el sistema fisiológico más importante implicado en el establecimiento y mantenimiento de la salud humana. Los endocannabinoides y sus receptores (CB1 Y CB2) se encuentran en todo el cuerpo: en el cerebro, los órganos, los tejidos conectivos, las glándulas y células inmunes.

Sin embargo este destacado científico no se limita al estudio, sino que aplica sus resultados a sus enfermos con eficacia y espíritu de servicio.

El trabajo del equipo liderado por Mechoulan posiciona a Israel en la vanguardia de la investigación y uso terapéutico del Cannabis.

Más de 16.000 usuarios de cannabis medicinal se atienden en el sistema público de Israel.

En la actualidad se han producido dos cambios significativos en cuanto a la apreciación de las cualidades de esta singular planta. En primer lugar, se ha redescubierto la propiedad medicinal de la marihuana, por cuanto son cada más las personas que recurren a ella para atender ciertas dolencias -se han destacado las mujeres que cultivan cannabis para tratar problemas de sus hijos que no son aliviados por los medicamentos convencionales. Destacamos en este sentido a la ONG MAMA CULTIVA, que han desarrollado un gran trabajo para visibilizar el efecto terapéutico de esta planta, con mucho esfuerzo, participación y tesón.

En nuestro País "Mamá Cultiva Argentina" (ONG sin fines de lucro), impulsa el cultivo de cannabis para la salud, así como la soberanía sanitaria y la autodeterminación. Tiene además como objetivo acompañar y brindar contención a madres de pacientes y pacientes que necesitan del aceite de cannabis en el proceso de conocer y utilizar la planta.

De allí que, desde hace más de dos décadas, se ha ido incrementando el número de países que ha sancionado leyes para regular el consumo medicinal del mismo.

En nuestro país a partir del 2016 y por el reclamo de los consumidores que utilizan el cannabis para tratar patologías que no han tenido resolución con la medicina tradicional, ej epilepsia refractaria, se sanciona la Ley 27350 que regula la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paleativo del dolor, de la planta de cannabis específicamente para el tratamiento de esta enfermedad; de difícil acceso por su alto costo y con protocolos muy exigentes.

Esta Ley además crea un programa nacional para estudio e investigación del uso medicinal. Pero recién en julio de este año se firma el decreto N° 883/2020 que amplía el espectro de tratamiento a otras patologías : enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer, cáncer, artritis, fibromialgia, esclerosis múltiple, autismo, síndrome de Tourette, enfermedad de Crohn y otras enfermedades intestinales inflamatorias.

También autoriza el autocultivo, el cultivo para familiares o allegados y el cultivo en red. La nueva reglamentación garantiza a través del Estado la provisión gratuita de cannabis y derivados para quienes tengan cobertura pública exclusiva, así como la cobertura a través de obras sociales y prepagas.

Por delante queda el largo camino de la implementación: debatir por ejemplo cuáles serán las condiciones de acceso al autocultivo y al cultivo en red.

Actualmente el laboratorio CANNAVA un emprendimiento del gobierno Jujeño, pionero en nuestro país, está en condiciones de producir los cannaboides, principios activos para la producción del aceite, que está en trámites de aprobación en el ANMAT. Consta con 1500 plantas en invernaderos y se han cosechado 500 kg de materia vegetal.

Este emprendimiento recibió el asesoramiento de Israel a través de la Universidad Hebrea.

También hay interés de producción en diferentes provincias de nuestro país que ya han visitado las instalaciones para interiorizarse al respecto.

Como corolario de este informe citamos un comentario textual de un miembro de la fundación DAYA, una organización Chilena pionera en ese país de la investigación y promoción de terapias complementarias y medicinas naturales que ayuden a aliviar el sufrimiento humano: