EL CORAZON DEBE ESTAR EN POSESION DEL BIEN

¿Por qué hablamos desde el corazón?

Ser como María, que escucha no como un acto superficial en el oír , sino, como un acto de atención, de acogida y de disponibilidad hacia Dios

Por Ricardo Perez

María escucha, decide y acciona desde el corazón, por eso Ella estuvo atenta cuando el ángel le dijo:

"También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez"

                                                                                                       Lucas 1.36

Podemos decir que María escucha los hechos, lee los acontecimientos, está atenta a la realidad concreta y ve en lo profundo el significado de que Isabel este embarazada, le hace comprender que no hay nada imposible para Dios. [Lucas 1.37]

María, también decide, no vive de prisa y con preocupación, sino, como subraya San Lucas, que María conservaba todas estas cosas y las meditaba en Su corazón. [Lucas 2.19.51] María no se apresura, simplemente decide, va sin demora ante el designio crucial que cambiará Su vida contestando al ángel:

"Yo soy la servidora del Señor que se cumpla en mí lo que has dicho"

También aplica en las decisiones más cotidianas pero ricas también de sentido, como por ejemplo, podemos nombrar las bodas de Caná [Juan 2.1.11] en donde podemos observar el realismo y lo concreto del corazón mariano para que intervenga Su Hijo que le dice: "Ya no tienen vino".

Otro aspecto de María es la acción, la Madre se mueve y sale de viaje sin demora, actúa. Al estar ella en el corazón sabe y tiene claro lo que Dios quiere, no se retarda y va hacia Isabel para hacerse útil. En este salirse de su casa y de sí misma por amor, lleva consigo lo más preciado, Su Hijo, Jesús.

Nosotros también podemos ser visitadores llevando en nuestro interior a Jesús, por María, siguiendo el axioma que Ella que ella empleó: 

El que más ama va al encuentro

¿Por qué hablamos desde el corazón?

En primer lugar, debemos maternos con nuestra consciencia en el corazón traspasado de Jesús Cristo que lo encontramos en nuestro corazón, recordando lo que dijo el Maestro: 

Yo Soy la vid y vosotros los sarmientos.

Él está hablando de una red de comunicación y unión por dónde va la sabia que hace crecer.

Neuro-cardio ciencia

Me gustaría demostrar, cómo lo que nos enseñó María está siendo demostrado por la ciencia, que dice que se ha demostrado que el corazón es un pequeño cerebro. Él es el que envía más comunicación al cerebro, no al revés. El corazón se forma y late antes de que se forme el cerebro, de hecho, tiene 40.000 neuronas y la capacidad de procesar, aprender y recordar. Está comprobado que tiene sus propias emociones que podemos decir, que son disparos de fotones, luz.

El corazón tiene una naturaleza intuitiva que es propia de la astralidad, en él, existe un eco de comunicación con todo lo creado, tiene luz y radio, como ya ha comprobado la ciencia, que todo ser vivo emite una luz que se denomina biofotones, que es la luz infrarroja que puede verse mediante la captación del calor.  El corazón también emite ondas de radio en frecuencia modulada, la cual, lleva más información que la amplitud modulada  ya que vibra a mayor velocidad.

Esta frecuencia modulada está generada en el vacío del corazón, vale decir, que este es un emisor y un receptor de ondas en el que también se genera y dinamiza lo que conocemos como el toroide energético, que es un campo personal de energía eléctrica y electromagnética que nos pone en contacto con lo que nos rodea.

La consciencia es un estado del ser que nos permite disponer desde que centro vamos a actuar, en este caso, voy a elegir mantenerme como lo hace María, desde el corazón ya que nos adaptamos mejor a los acontecimientos dado que en él vibra el momento actual, el presente, dándonos la respuesta adecuada y liberándonos del miedo, del deseo y de las ansias de dominio. Nos coloca en posición de testigos y como dice Giorgio:

El corazón debe estar en posesión del bien, comprensión, amor y tolerancia

Habla de no perder la luz para no caer en el vacío o la indiferencia, manteniéndonos en la suprema Ley del Cosmos que es amar al prójimo cómo a ti mismo. Amor entre vosotros y sentido de justicia como Jesús le ha dicho a Giorgio: 

Debemos servir a la santa verdad que los conducirá al Padre mío y vuestro, Estoy aquí invisible y presente y pronto Me manifestaré.

Quiero cerrar esta reflexión con una bienaventuranza: "Felices los límpios de corazón porque ellos verán a Dios" 

Un abrazo fraternal para todos,

Ricardo Pérez, Arca El Dorado – Argentina