ENZO RAINIERO UNO DE LOS RENACIDOS
DEL CIELO A LA TIERRA
ENZO RANIERI, CONVERTIDO EN INMORTAL Y MUTANTE POR MÍ, ADONIESIS. POR SU SERVICIO, SU FE Y SU HUMILDAD.
¡PAZ!
TU AMIGO Y PADRE.
ADONIESIS
26 de septiembre de 2024
Mi "caso"
Primera Parte
En la mañana del 27 de agosto de 2024 (que entre otras cosas es el cumpleaños de mi hijo Andrea, y el aniversario del fallecimiento de mi Padre y Maestro espiritual Eugenio Siragusa) alrededor de las 9.00 am, me encontraba junto a mi primo y hermano Nino, estábamos decididos a quitar las malas hierbas de un pequeño huerto, de repente sentí un dolor en el esternón, un dolor que a los pocos minutos se volvió muy intenso.
Mi respiración se vuelve cada vez más dificultosa, empiezo a sudar como un caballo, un malestar me envuelve por completo hasta que siento náuseas, entiendo que me está pasando algo grave, es un infarto. Mi diagnóstico luego resulta ser correcto.

El barrio donde se encuentra el pequeño huerto se llama "al Sagrado Corazón" porque cerca, justo al lado de donde paró la ambulancia del 118, hay una plazoleta muy pequeña, donde en una hornacina en la pared hay una estatua, casi de tamaño natural, que representa a Jesús, que con el dedo índice de su mano izquierda señala su sagrado corazón herido.
Ambulancia que, Nino, vista mi condición muy crítica, había llamado inmediatamente al rescate.
Rápidamente fui llevado a la sala de urgencias del hospital Muscatello de Augusta, donde, tras comprobar mi estado bastante crítico, los médicos decidieron enviarme al hospital de Siracusa para someterme inmediatamente a una cirugía hemodinámica para remediar mi grave estado. El cirujano que opera se llama Andrea Sole.
La cirugía va bien, así que me envían de regreso al departamento de cardiología del hospital de Augusta, para ser monitoreado las 24 horas del día. También porque en unos días tendré que someterme a una segunda cirugía para completar la intervención. Unas horas después de la primera cirugía, me encuentro en la cama con mi vecino de apellido Lancia. Finalmente, a las 18.00 horas se abren las puertas porque es el horario de visita para los familiares.
Naturalmente, después de casi 10 horas de agotadora espera, mi esposa e hijos y también Nino están presentes para conocer mi estado real de salud. En este momento viene de visita la hija de mi vecina, se llama Margareth. Entra a la habitación con una remera que tiene impresa delante la cara de un extraterrestre, un gris para ser exactos, con una escritura en inglés que dice así: "nosotros no confiamos en los terrestres".
En los momentos de reposo post-cirugía, tengo, mientras tanto, varias visiones a ojos cerrados, aunque no dormía, apenas cerraba los ojos las visiones siempre volvían sobre el mismo tema. Veía paisajes como si estuviera bajo tierra, pero podía moverme, podía viajar. Tuve visiones de cuevas muy grandes y muy estrechas, donde me movía con gran dificultad. En otras visiones vi destellos de luz a lo lejos, pero siempre mirando hacia arriba, ya que me encontraba bajo tierra.
Moviéndome por estos paisajes subterráneos también vi figuras humanoides casi simiescas, muy peludas, no eran agresivas, no advertí ningún peligro por parte de ellas. También vi figuras animales muy extrañas y cambiantes que en la realidad no existen.
Estas visiones sólo tomaban forma si cerraba los ojos y duraban unas 18 horas. Quisiera señalar que atribuí estas visiones al hecho de que me habían administrado tres inyecciones de morfina. La primera, en la ambulancia cuando me rescataron. La segunda, en la guardia del hospital de Augusta, porque estaba teniendo convulsiones.
La tercera, durante la cirugía hemodinámica porque el dolor en mi corazón era tan intenso que tenía la impresión de que mi corazón se partía en dos. Recuerdo haberle dicho al médico que no podía superar esa situación, el dolor era muy intenso. Al día siguiente mi esposa me cuenta que, justo frente a la puerta de la habitación donde estoy, hay una hermosa estatuilla de la Virgen Negra de Tintari.
La noche después de la operación, ya que se había liberado una cama, llevan a la habitación donde estaba yo, un señor de 78 años, llamado Angelo, al que se le ha instalado un marcapasos. Fue puesto al lado del señor Lancia, así que pude verlo muy bien. El señor Angelo se muestra como una persona mentalmente inestable, sufre de demencia senil. De hecho, se le permite al hijo que lo asista toda la noche, cosa que le resulta muy difícil.
A la mañana siguiente llega la esposa para reemplazar al hijo, tenía consigo un libro, que había traído para mantener calmado al señor Angelo, entonces le pregunto a la señora de que libro se trata, la señora dice: "Es la Divina Comedia de Dante Alighieri", a lo que la señora nos quiere precisar: "que su marido se lo sabe todo de memoria"; algo que pude constatar en persona, porque le pido al Sr. Angelo que nos dé una muestra de su memoria, petición que acepta muy gustosamente, de hecho nos recita un pasaje del infierno de memoria, dejándonos a todos sin palabras. El pasaje recitado por el señor Angelo es el pasaje decimonoveno del canto vigésimo sexto, también llamado canto de Ulises.
Dice así:
"Considerad vuestra simiente, no fuisteis hechos para vivir como bestias, sino para seguir la virtud y el conocimiento".
Una hora más tarde, trasladan al señor Angelo a otra habitación. Siete días después, exactamente el lunes 2 de septiembre, me llevaron de nuevo al hospital de Siracusa para la segunda cirugía hemodinámica.
Esta segunda operación también la realiza el Dr. Andrea Sole. Todo va bien, aunque esta vez el dolor es mucho más persistente, incluso en la fase post-operatoria, tal vez porque esta vez no han hecho nada para anestesiar el dolor.
La misma tarde de mi segunda operación, alrededor de las 22.00 horas, una señora mayor fue ingresada y colocada en la cama donde hasta unas horas antes había estado el Sr. Lancia, que unas horas antes había sido trasladado a otra habitación. La señora inmediatamente parece ser un caso difícil, ya que no tiene conocimiento del lugar ni del tiempo.
De hecho, no se da cuenta ni dónde está, ni si es de día o de noche. Pero sobre todo se muestra intolerante a ser curada. Comienza a gritar como una loca, tan pronto como las enfermeras la tocan para curarla y será así toda la noche, hasta la hora del almuerzo.
Afortunadamente, después del almuerzo me trasladaron a otra habitación, lo suficientemente lejos como para no escuchar más los gritos. Este caso humano junto con todos los demás casos humanos que presencié durante mi estancia en el hospital me hicieron reflexionar sobre lo frágiles que somos los seres humanos. De hecho, ya no es sólo una cuestión de sufrimiento físico debido a la decadencia del cuerpo material, debido a diversas enfermedades.
Sino que cada vez toma más fuerza el hecho de que el sufrimiento físico material va acompañado de un sufrimiento psíquico, que relega al ser humano a una especie de muerto viviente, desprovisto de todo conocimiento de los hechos. Quizás ¿Se llama "Harbar"? Pensando en mi infancia, no tengo ningún recuerdo de este tipo de patología de mis abuelos y de todos los demás ancianos del barrio donde vivía. Eran viejos, físicamente con el cuerpo debilitado, desgastados por el cansancio y tal vez por alguna enfermedad, pero ciertamente estaban lúcidos y psíquicamente íntegros.
El post-operatorio avanzó bastante bien hasta el 8 de septiembre, día en que me dieron el alta del hospital y finalmente después de 13 días de internación regresé a casa.
Mi "caso"
Segunda parte
A la luz de aquello que es mi vivencia en esta experiencia, no puedo dejar de hacer algunas consideraciones, dadas las muchas coincidencias y sincronismos ocurridos en estos pocos días de parto, ya sean físicos, materiales o espirituales. Aquí haré una lista detallada de estas coincidencias debidas al "azar"
(1) En la mañana del 27 de agosto sufrí un grave infarto. En este día se celebran dos aniversarios muy significativos e importantes para mí. El 27 de agosto es el día en que cumpleaños mi segundo hijo, que se llama Andrea. Y es también el día del decimoctavo aniversario del fallecimiento de mi Padre y guía espiritual Eugenio Siragusa, contactado de renombre internacional.
Andrea es el nombre que elegí para mi hijo, específicamente por su significado, de hecho, Andrea deriva del griego Andros, que significa: Hombre. Además, también es el día en que muere mi amado padre espiritual Eugenio. Ahora sabemos que la muerte no existe, que la muerte es sólo un cambio de estado, de dimensión; es el final de un ciclo, pero también el comienzo de otro, a otro nivel diferente.
Habiendo hecho las consideraciones correctas, el mensaje que surge es: "Andros = hombre + muerte = cambio de resultado, el fin del ciclo de un hombre y el comienzo de un nuevo ciclo. A la luz de todo esto, el hecho de que es precisamente en este día que sufro un infarto, (órgano que representa la vitalidad de un ser humano, tanto desde el punto de vista físico como etérico) ¿Es una coincidencia debida al "azar"?
El hecho ocurrió en un lugar llamado Sagrado Corazón de Jesús, debido a que en una pequeña hornacina en una pared de esa pequeñísima plaza se haya puesto una estatua casi de tamaño natural que representa a Jesús, en el acto de señalar con el dedo índice de su mano izquierda su corazón herido y traspasado. La ambulancia que llegó a rescatarme se detuvo justo al lado de la estatua de Jesús y allí recibí los primeros auxilios.
Un infarto siempre deja una marca, una cicatriz en el corazón, una señal de una herida sufrida. Y es esa herida en el corazón la que Jesús indica en esa estatua. Naturalmente, se deben hacer las debidas consideraciones. La herida en el corazón de Jesús, infligida por la maldad del hombre. La herida de mi corazón, infligida por mis ilusiones. ¿Es esto también una coincidencia debida al azar?
(3) El cirujano que me operó se llama Andrea Sole. También en este caso hay que tener en cuenta, especialmente su nombre y apellido. El nombre Andrea es válido para mi hijo, es decir Andros = hombre + sol, resultando: hombre sol. Y nosotros conocemos a dos hombres del Sol, Jesucristo y Adoniesis. Dos como las dos veces que me operó el Dr. Andrea Sole. El nombre y apellido de este cirujano, ¿también es una "casualidad"?
(4) El señor hospitalizado en la cama frente a la mía. El señor Lancia, este es su apellido. Un apellido que nada más escucharlo me trae a la mente la lanza de Longino, un soldado romano que en el Gólgota traspasó el costado y el corazón de Jesús con una estocada de su lanza. Un personaje histórico y bíblico, con el que yo me siento muy afín, desde mi infancia.
Debo admitir que la relación que nace con el señor Lancia, en esta situación, es una relación de absoluta cordialidad y fraterna amistad. Otro corazón herido. Otra vez, ¿Es fruto de la casualidad?
La hija del señor Lancia, Margareth, y su remera, en la que estaba impresa la cara de un extraterrestre, de color gris. Con las palabras: "no confiamos en los terrestres".
Un mensaje claro, en el que veo un mensaje de consolación para mí, un mensaje de su presencia y cercanía por parte de los hermanos cósmicos. Inmediatamente me pregunto cuántas posibilidades había realmente de que algo así sucediera en esta situación particular. ¿Entonces, es fruto de la casualidad?
(7) La estatuilla de la Virgen Negra de Tindari, colocada frente a la puerta de la habitación donde estuve hospitalizado.
Conozco muy bien esta efigie, ya que he peregrinado varias veces al santuario de Tindari. La Virgen está representada con el divino niño en brazos, y ambos están representados con la piel muy oscura, casi negra. El significado de esta imagen representa a la Madre Tierra, quien acoge, custodia y luego da a luz, a nueva vida la semilla, el grano de trigo, que en esta imagen está representado por el Divino Niño.
La tierra, bajo tierra, donde es acogido el grano de trigo, luego muere, en el sentido de que se transforma y finalmente brota gracias a la savia donada por la madre tierra que lo nutre y le permite abrirse a una nueva vida. Todo esto es muy relevante para lo que vi en mis visiones a ojos cerrados. El cuadro se cierra, primero el cielo, ahora la tierra. ¿Es esto también una coincidencia debida a la "casualidad"?
(7) El Sr. Ángelo. Nunca, jamás hubiera imaginado que el señor Angelo ocultara un conocimiento tan profundo de la Divina Comedia de Dante Alighieri. También porque dada su condición mental de absoluta intolerancia a cada restricción hospitalaria con la que se presentaba, no auguraban nada bueno. Sin embargo, conoce de memoria toda la Divina Comedia.
Ante mi invitación de hacernos escuchar algunos pasajes, el acepta muy gustosamente y comienza con el pasaje decimonoveno del canto vigésimo sexto del infierno, también conocido como canto de Ulises.
El canto de Ulises hace referencia al discurso que el héroe homérico, impulsado por su sed de conocimiento y siempre de nuevas experiencias, pronuncia a su tripulación, para convencerlos de cruzar las columnas de Hércules, y así navegar hacia lo desconocido. Columnas de Hércules que en ese momento representaban el fin del mundo conocido.
El canto dice así: "Considerad vuestra simiente, no fuisteis hechos para vivir como bestias, sino para seguir la virtud y el conocimiento". Aquí está el mensaje, la información. Aquí también se da una coincidencia fortuita, de hecho, Ulises está en el infierno en el octavo círculo, bajo tierra, relevante para mi visión, además el sentido del canto, que impulsa hacia el cambio, en busca de nuevos conocimientos, de vida nueva. ¿Siempre una "casualidad"?
(8) La segunda operación de corazón, que tuvo lugar el lunes 2 de septiembre, también en el hospital de Siracusa. Esta intervención también fue realizada por el Dr. Andrea Sole. El 2 de septiembre se celebra el trigésimo quinto aniversario de la estigmatización de Giorgio Bongiovanni, mi amigo que es hermano en Cristo desde hace casi cincuenta años… lo serán hacia finales de marzo de 2025.
También aquí otra coincidencia, nuevamente signos externos e internos, heridas imborrables que cambian tu vida. Signos como evidencia de cambio, de evolución, de sacrificio. No es la intención comparar mi experiencia con la de Giorgio, la mía es pequeña comparada con la suya, aunque de todos modos su experiencia cambió mi vida. ¿Sigue siendo el 2 de septiembre una "casualidad"?
(9) El domingo 8 de septiembre a las 14.00 horas de la tarde me dieron el alta del hospital y regresé a casa. En este día se conmemora la natividad de la Santísima Virgen María. ¿Otra vez la Madre Celeste, otra vez un nacimiento o renacimiento, otra vez una nueva vida, otra vez una coincidencia, otra vez ¿pura "casualidad"?
(10) En mi vida, desde mi pubertad siempre supe que a mis sesenta y seis años (33+33) pasaría algo muy importante, no sabía exactamente qué pasaría, pero sabía que sucedería. No me pregunten cómo, pero siempre lo supe y sucedió. ¿Otra "casualidad"?
¿Todo esto tiene sentido? Si pienso en el momento en que el infarto estaba en curso y el dolor era muy fuerte, mi mente, todo mi ser rechazaba ese dolor, lo único que realmente me importaba era no sufrir, no sentir el dolor.
Hoy, en retrospectiva, a pesar del gran sufrimiento bendigo esos momentos, porque me siento diferente por todo lo que esta experiencia me ha transmitido interiormente, me siento más rico y pleno espiritualmente.
Siento que el Padre, la Madre y toda la corte celeste han estado y están cerca de mí. El cielo nunca nos abandona y si lo hace es sólo por nuestro bien. La vida es nuestra maestra si abrimos los ojos y destapamos los oídos. Si persistimos en mantener los ojos cerrados y los oídos tapados, entonces no escucharemos el canto de la vida, ni veremos su belleza y seguiremos viviendo en nuestras ilusiones, que tarde o temprano caerán y nosotros con ellas.
Por supuesto que no olvido la cercanía de Uds., el cariño, el amor, que sentí muy fuerte, hermanos y hermanas míos. Así que no me queda más que agradecer y agradecerles esta oportunidad que me han concedido, empezando por el Cielo.
Agradezco a Giorgio y a toda nuestra confraternidad Giovannea hasta el último en llegar, por el profuso amor de Uds. Agradezco a los médicos y a todo el personal sanitario que me atendió. Agradezco a mi esposa y a mis hijos, a mis nietos, por la burbuja de amor y cariño que supieron crear a mi alrededor para protegerme.
Agradezco a todas esas personas que me trajeron un mensaje con su existencia, aunque nos hayamos encontrado por unos momentos. Y por último el eterno dilema: ¿Existe el "azar"?
¿O el "azar" es el nombre del Padre cuando actúa de incógnito? Dejo a Uds. la búsqueda de la verdad.
Enzo Ranieri
26 de septiembre de 2024