GIORDANO BRUNO: TAMBIÉN YO HE VENCIDO AL MUNDO

17.02.2025

Por Erika Pais

Era el 17 de febrero en la mañana, desde siempre es una fecha que me lleva a la introspección, porque es una de las fechas donde la violencia y la ignorancia cerceno de manera brutal una de las vidas de nuestro Maestro. Estoy en la cocina del arca de Pordenone, pienso en el hoy, en el momento histórico de nuestra Obra. Pienso en Giorgio, en sus palabras, en sus acciones, en su futuro, en nuestras elecciones.
Mi mente vuela hacia ese 17 de febrero del 1600, intento imaginar con mucho dolor como fueron esos momentos, en esa plaza. Imagino los últimos instantes y me dejo llevar por el impulso de recrear la angustia de los seres que lo amaban, la maldad de quienes lo castigaban, el amor y el triunfo de la fe de un hombre al que me siento muy ligada desde siempre.

Quisiera compartir con mis hermanos cuanto ha salido de mi corazón con el deseo quemante de que no permitamos que esto vuelva a acontecer. Porque aunque no lo creamos está en nuestras manos el no repetir la historia. A Giordano Bruno le exprimieron toda su filosofía y luego lo traicionaron, entregándolo a sus asesinos. Nada diferente a lo que sucedía 1600 años antes con el Cristo y mucho menos diferente a lo que pudiera suceder hoy con nuestro Caliz. Quisiera que ese dolor, que esa mañana mientras escribía este texto, ahogó mi pecho nunca se fuera para que me mantenga siempre atenta, fiel, humilde y disponible con esta Obra, con nuestro Maestro, con el Padre, con el Cristo. Esto es cuanto imaginé y cuanto quisiera compartir con aquellos que tanto amo y tanto deseo servir.

LAS PALABRAS DICHAS EN EL SILENCIO

El fuego quema Su sagrada carne y el humo que penetra en sus pulmones, ahogándolo, dibuja para él imágenes recuerdos de su Maestro en el Calvario.


" Por ti Renazco hoy Padre…permite que la ignorancia y la maldad humana, como buitres hambrientos, recojan los restos de esta piel y huesos calcinados qué durante años han sido privados de beber Tu Luz en el día y abrazar con la mirada las estrellas brillantes de otros mundos en la noche.
Oh Creador del infinito, hecho carne en Tu Hijo, aquel que he servido siempre y habita en mí desde que me ha sido concedido el Don de la inteligencia memoria…Oh Señor del Universo puedo verte, ahora, a través de mis ojos inyectados de sangre motora de mi cuerpo…puedo verte ahora abrazando a mis queridos amores desesperados por verme arder. Puedo verte Padre allí junto a ellos…protégelos hasta que Tu Tiempo eterno me conceda la gracia de volver a encontrarlos. Ellos serán mi semilla que es la Tuya, serán mi llama qué arde más fuerte aún, que esta que hoy me quema. A TI Los encomiendo por los tiempos de los tiempos. Mi mano tendrá mil formas y mil dedos, mi voz tendrá mil bocas y mil lenguas y mi espíritu renacerá en ellos cada vez que un dulce vientre me traiga a la vida humana con bocanadas de aire y de gnosis"

Un horrendo mecanismo de hierro intenta cerrar sus labios desde donde la sangre brota y corre por su mentón, cayendo en el piso que será su hoguera …sus ojos no miran más al pueblo presente que con morbosidad observan la escena "ejemplarizante", su mirada está tiernamente volcada hacia un pequeño grupo de jóvenes que gritan desesperados luchando contra las asesinas manos qué los detienen. Uno de estos de rodillas y con las manos apretadas tan fuerte que las uñas penetran en las palmas de sus manos, grita sin miedo y sin vergüenza el nombre de su Maestro. No lo abandonó no, pero la rabia y la impotencia ahogan su ser. "Debo morir para vivir" Las palabras de su Amigo y Maestro resuenan en su mente y el eco de estas lo carcome desde dentro.

El flagelo al que someten al cuerpo qué encarna, para él, la luz del mundo, le resulta insoportable de aceptar. Pero la imagen dantesca y profana del fuego encierra un significado profundo y latente que su espíritu percibe, pero su mente humana, débil, ignorante y caprichosa aún no está pronta para interpretar. El Sufrimiento lo consume.

"Mis dulces amores sedientos de la gnosis que me consume, que hicieron de mi Verbo su hogar y refugio de este mundo corrupto y putrefacto, ahora volarán con sus propias alas y aprenderán a través de la ignominia y el dolor sobre el lenguaje de mi Padre. No quedarán huérfanos de la Verdad, mi semilla está en ustedes y yo viviré siempre allí susurrándoles al espíritu las mismas palabras que os gritaba en la vida humana.

Mi misión se cumple hoy y con eso inicia la vuestra.
Toda mi existencia junto a ustedes, mis viajes errantes sin pertenecer a ningún sitio, mis acusaciones y defensas, mis llantos, nuestros llantos, mis risas, nuestras risas, mis libros y discursos, todo converge y se expresa en este nauseabundo acto criminal sellado por el fuego diabólico y dogmático del encomio. Este mismo fuego que me quema es el fuego que me alza triunfante a la morada de mi Padre. Es el mensaje indeleble que perdurará por siempre, es la condena inefable de la Justicia que pende sobre el cuello largo de los inmorales. Nada hubiera tenido sentido sin este final que es en realidad el principio.
Ohh Padre de todos los mundos mas allá de los mundos, permite que estas sean mis últimas palabras que aunque dichas en el silencio que cierra mi boca sangrante puedan ser escuchadas en los corazones y los espíritus de mis jóvenes sufrientes. Los amo, los amé y los amaré en el eterno devenir. Los encontraré queridos míos que están en el mundo, pero no pertenecen al mundo. Se los prometo…no serán más huérfanos. Los encontraré…


El crepitar de las ultimas llamas suenan como trompetas en el viento calmo…el pueblo saciado de una especie de morbosa maldad e ignorancia se retiran de la plaza pensando en que comerán esta noche, que se vestirán mañana y agradeciendo a la ley de los hombres que pone en "equilibrio" todas las cosas quitando a los herejes de sus vidas.

En el silencio envolvente de la amada muerte un pequeño grupo permanece allí, inmóvil y sufriente observando como retiran los despojos humanos de su Maestro y sintiendo con los oídos del espíritu sus últimas palabras expresadas a través de su mirada tan llena del furor de vida que viene de otros mundos.

Erika Pais
17 de febrero de 2025 (17 de febrero del 1600) 

COMENTARIOS DE JUAN ALBERTO AL ULTIMO PODCAST DE GIORGIO BONGIOVANNI

Giorgio, a más de ser absolutamente emocionante, es una clase de filosofía cósmica, es una clase para todos aquellos que siempre nos faltan diez para poder comprender la inmensidad del Espíritu Santo, su presencia en cada una de las cosas.
Su presencia en el átomo de hidrógeno es la manifestación más explícita de que cada milésima, cada micronésima de las cosas que existen en el universo está impregnada y a su vez creada por el Espíritu Santo.
Si nosotros comprendiéramos realmente la magnitud de semejante cosa, entraríamos a comprender la enseñanza del Cristo cuando dicen ama a tu prójimo como a ti mismo y cuando dicen que el uno y el otro son la misma cosa.
Giorgio, maestro, hermano y amigo, no tengo más que agradecerte porque además me hace escuchar una música que realmente hace vibrar, vibrar del modo que es tan difícil a veces de lograr porque produce una especie de mutación en nuestras células, una especie de mutación en cada una de nuestras cuestiones.
Es realmente maravilloso.
Te mando un abrazo enorme.

Juan Alberto Rambaldo

17 de febrero 2025