LA IMPORTANCIA DE SER LA ALEGRÍA DE PARTICIPAR

DEL CIELO A LA TIERRA

De Enzo Rainieri

Día 23 de mayo de 2022, trigésimo aniversario de la masacre de Capaci donde perdieron la vida el juez Giovanni Falcone, su esposa Francesca Morvillo y los agentes de escolta: Antonio MontInaro, Rocco Dicillo y Vito Schifani.

Día de conmemoración, día hecho de recuerdos, donde por fuerza de inercia regresan a la mente todos aquellos crímenes y masacres cometidos por la mafia, contra esos Justos y esos héroes de nuestro tiempo que de cierta manera han pretendido poner límite a ese nefasto poder que como un cáncer infecta a la sociedad de nuestros días, ese poder que a través de la intimidación, el miedo, el terror, la violencia y el asesinato hacen realidad sus deseos materiales egoístas, ya que el poder mafioso y todos sus afiliados no son otros que los partidarios de mamón y su profeta el Dios del dinero. Hoy más que nunca estoy convencido de la importancia de estar ahí y participar en estos eventos, que hacen de la memoria un momento crucial en nuestro camino evolutivo como seres humanos, Humanos con U mayúscula. Estar ahí significa hacer nuestra solidaridad, nuestro consentimiento, nuestro aporte sentido a todas aquellas fuerzas desplegadas para que la Justicia prevalezca sobre el engaño.

Así entendí que es precisamente ese goteo que realizan los partidarios del mal y de la mentira cuando se colocan obstaculizando la Justicia y la Verdad para que no triunfe. Ha sido y será siempre así: el mal, a través de la repetición de manera continua insistente y monótona de estos ataques de perturbación, de fastidio hasta el aburrimiento, trata de hacer fracasar la Voluntad socavándola, desgarrándola pedazo a pedazo, poco a poco para que no prevalezca la Justicia y la Verdad. Así ha sido para El Justo de los Justos Nuestro Señor Jesucristo Cuando a través de la estrategia del goteo, el poder religioso del Sanedrín y el poder temporal de Roma intentaron con la violencia más indecible detener el mensaje de Justicia, de Amor y de Verdad que Cristo había venido a darnos. Así es todavía hoy, el Sanedrín moderno pone en acción la misma estrategia de goteo para socavar la Voluntad de estos Justos, pero estos señores se olvidan que la Verdad puede ser obstaculizada, ocultada pero nunca detenida. Porque la Justicia y la Verdad al final siempre triunfan.