"DON FRANCO MONTERUBBIANESI, UN CRISTIANISMO AUTÉNTICO, FUNDADO EN LOS JÓVENES Y LOS ÚLTIMOS"

01.06.2025

Por Giovanni Bongiovanni

Ayer nos dejó Don Franco Monterubbianesi, sacerdote revolucionario y profeta de nuestro tiempo.
Un hombre que dedicó su vida a los jóvenes, a las personas vulnerables, a los marginados. Pero sobre todo, un hombre que siempre creyó en el cambio, en una nueva humanidad posible.
Con su visión revolucionó la forma de entender la inclusión social de las personas con discapacidad, realizando un trabajo incansable y profundo durante décadas.

Pero en el centro de todo estaba la juventud, porque don Franco veía en los jóvenes el motor de un futuro diferente, quería que fueran protagonistas y conscientes, capaces de conquistar su propia libertad, especialmente la de pensamiento. Don Franco luchó hasta el último día para garantizarles un espacio, para darles voz, mostrándoles un camino de crecimiento del que se sentía parte, poniéndose siempre en primera persona. Don Franco parecía eternamente joven. Nos enseñó con su ejemplo a vivir soñando. Siempre le estaré agradecido por esto.

Una alianza espiritual y social

Con FUNIMA Internacional colaboramos desde hace varios años con él y su realidad Noi Ragazzi del Mondo, compartiendo ante todo ideales y proyectos. Conocí también la Agricultura Capodarco, su extraordinaria experiencia romana, donde el trabajo de la tierra y la comunidad se convirtieron en herramientas de redención.

Nos unía un vínculo espiritual profundo. Compartimos la misma visión revolucionaria del Evangelio, vivido como una llamada concreta a transformar la sociedad a partir de los últimos.
Don Franco no era un sacerdote como los demás, era de espíritu amplio, abierto, capaz de acoger incluso aquellas filosofías y visiones consideradas «heréticas» por una Iglesia demasiado a menudo cerrada en sus dogmas. Quizás por eso también, en ocasiones, se lo ha dejado de lado. Pero él continuó, libre, fiel a su propia conciencia y al Cristo que llevaba en su corazón.

Capodarco, un Evangelio que se hace hogar

Su visión del Evangelio también se concretó en la Comunidad de Capodarco, que fundó en 1966. Una realidad pionera, nacida para devolver un futuro a las personas con discapacidad, pensando especialmente en el momento "después de nosotros", cuando los padres ya no estén.
Capodarco no fue sólo un proyecto social, fue una profecía encarnada, un lugar donde los últimos se convirtieron en primeros, donde la fragilidad fue fuerza, donde el Evangelio se convirtió en hogar.
Don Franco supo transformar una idea espiritual en una comunidad viva, donde cada persona encontraba su valor.

Un vínculo que perdura

Sus ideas coincidían con la visión que mi familia lleva adelante, y eso nos hizo sentir profundamente unidos, unidos por el mismo impulso hacia el bien común y hacia una sociedad renovada en espíritu. Don Franco nos acompañó en momentos importantes de nuestras vidas. Fue él quien bendijo mi matrimonio, celebrando una ceremonia única, intensa, vivida como un verdadero sacramento de Cristo, muy humilde pero poderosa a la vez. Un recuerdo que llevo en mi corazón. Y cuando unos años después nació nuestra hija Amira, sentí que aquella nueva vida era también un brote que él había bendecido con su presencia y sus oraciones.

Para mí fue un maestro, una inspiración.
Él creyó en mí, en mi camino, en lo que represento. Y hoy lo saludo con gratitud, con la certeza de que su espíritu sigue caminando con nosotros, en cada joven que elige luchar por un mundo más justo.
Gracias Don Franco.

Giovanni Bongiovanni
28 de mayo de 2025
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Giovanni Bongiovanni
Presidente
FUNIMA Internacional
www.funimainternational.org

Celular. 338.3552625
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Adjuntos:


Don Franco Monterubbianesi, una vida al lado de los últimos