LA VOZ DEL SANTO ESPÍRITU
Por Luigi Benedetti

El domingo 26 de octubre, nuestro amado Giorgio organizó un encuentro en el arca Alea Lores de Pordenone, para dar un mensaje muy importante a toda la confraternidad.
Sabemos que estamos viviendo en la fase final de ese proceso de revelación denominado precisamente como Apocalipsis (apo-kalypto), que significa literalmente «quitar el velo».
El llamado velo de Maya aún oscurece los ojos de gran parte de la humanidad, que permanece prisionera en la caverna platónica, capaz solo de vislumbrar la sombra de la Luz, como cantaba Franco Battiato.
La humanidad aún no está preparada para contemplar el Sol con sus propios ojos; de hecho, se abstiene de hacerlo, prefiriendo por ahora las sombras proyectadas sobre las altas murallas de su propia ciudadela.
Pero pronto llegará un poder superior que, como un ladrón en la noche, rasgará el velo de todas las ilusiones y mostrará al mundo entero el poder de la Verdad.
También por esta razón, por la noche el Consolador ha hablado con Giorgio, dictándole un mensaje titulado "Las siete plagas del Apocalipsis".
LAS SIETE PLAGAS DEL APOCALIPSIS

El Cielo habla claro: se manifestarán muy pronto, más de lo que podemos imaginar, los siguientes eventos cósmicos apocalípticos que podemos resumir así:
1) El impacto en la Tierra de un asteroide denominado Jegudiel cerca de las Islas Británicas en el Océano Atlántico.
2) Los terremotos y tsunamis causados por el llamado Big One- El Gran Terremoto- frente a la ciudad de San Francisco.
3) El desplazamiento del eje polar de la Tierra en 45 grados y los consiguientes cambios climáticos dramáticos e irreversibles.
4) 4) Las erupciones volcánicas catastróficas de todos los principales volcanes (Vesubio, Etna, Fujiyama, Yellowstone y Marsili) causadas por el impacto del asteroide.
5) El terremoto y el posterior tsunami frente a la costa de Pescara en el Mar Adriático, con aguas que penetrarán 35 km tierra adentro.
6) La aparición en el cielo, a 400 km de la Tierra, de una cruz de fuego en Rusia que será vista por todos.
7) Conflicto nuclear entre las diversas potencias, que resultará en una intervención militar de la Confederación Interestelar en el planeta Tierra, lo que paralizará todo tipo de armas.
Estas siete plagas causarán la muerte de más de 2 mil millones de personas en pocos días y de más de 7 mil millones en las semanas siguientes.
Pero más de 6 millones de personas buenas y justas, y cientos de millones de niños, serán salvados por las naves espaciales de la Confederación, que también salvarán a todas las especies animales y vegetales, tanto machos como hembras, así como las obras de arte de todas las culturas de la Tierra, incluida la música (¡que salva al mundo!). El destino de la humanidad en el planeta Tierra se decidirá en los próximos años, durante este ciclo de siete años.
NO TENGAN MIEDO
Giorgio continúa:
"Todo lo escrito en el mensaje no es una probabilidad, sino que sucederá sin duda. Aún no sabemos la fecha exacta, pero todo esto es inevitable porque también es un instinto de la Madre Tierra, salvo la guerra nuclear, que es causada por la insensatez humana. Pero esto también forma parte del plan divino".
"Mientras tanto, debemos despertar tantas almas como sea posible y servir a los justos. Porque si, en lugar de hacer esto, nos dejamos vencer por el miedo, sucumbiremos. Caeremos en depresión, enfermaremos y pereceremos sin siquiera ver las naves".
"Por lo tanto, debemos ser valientes y felices, aun sabiendo que todo esto sucederá. Debemos vivir todo esto con alegría al servicio de Cristo, porque sabemos que Él existe y está de nuestra parte."
LA BATALLA ENTRE EL BIEN Y EL MAL

Debemos recordar que todos somos espíritu, alma y cuerpo, y que todo lo que sucede en el mundo ocurre debido a una batalla en curso entre el bien y el mal. Recibimos la visita de seres de luz que representan la fraternidad universal, pero durante milenios también hemos recibido la visita de ángeles caídos, o sea entidades energéticas que influyen en todos los acontecimientos del mundo. Desde el narcotráfico hasta el crimen, desde las guerras hasta el genocidio, todo esto existe porque entidades negativas influyen en los poderosos.
Giorgio añade:
"Luego está el otro grupo, el de los seres angélicos positivos que influyen en una pequeña parte de la humanidad. Ni uno ni otro pueden obligarnos a hacer o dejar de hacer algo; somos nosotros quienes elegimos aliarnos con el bien o con el mal. Los seres negativos no desean la destrucción del hombre, sino solo alimentarse de su energía. Por lo tanto, tampoco querrían una guerra nuclear. Pero el Padre provocará un holocausto nuclear como castigo final».
"El cielo no nos pide que evitemos la guerra nuclear, sino que despertemos tantas almas como sea posible y las llevemos a la Santísima Madre. Al hacerlo, el mundo no se autodestruirá. Todos nuestros planes de vida deben estar orientados a despertar almas y apoyar a los justos. No hay otros planes, porque todo lo escrito en el mensaje del Espíritu Santo se cumplirá."
"Es necesario trabajar cada día para ganarnos la sociedad del futuro, porque la presente sucumbirá. Podemos retrasar el tiempo para que despierten más almas. Debemos comprender que somos seres inmortales, que podemos marcar la diferencia y que podemos aumentar el número de quienes deben ser salvados."
"Esta guerra entre el bien y el mal no se combate solo en la Tierra. También en el cielo tiene lugar la guerra entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Ninguna de las dos tiene poder sobre nosotros, porque tenemos el poder de elegir de qué lado estamos. Elegimos estar con las fuerzas del bien, elegimos estar junto a los justos."
NO HAY DIOS SIN CRISTO, PERO HAY CRISTO SIN DIOS
Hablando de Cristo, Giorgio dice: "Sin Cristo, ni siquiera existiríamos, y jamás nos habríamos conocido. El mundo sería diferente si Cristo hubiera impartido justicia hace dos mil años. Pero cambió de parecer y decidió morir. El Padre y el Espíritu Santo que moraban en Él lo permitieron».
"Lo que el Padre me permite hacer hoy con ustedes es intentar el todo por el todo. Así que no caigan en la tentación de estar en el arca porque no hay nada que hacer. Sabemos que el Apocalipsis llegará, pero debemos hacer todo lo posible por evitarlo o por mitigarlo. Esto debemos hacerlo siempre, en el nombre de Cristo".
"Si tengo aún los estigmas, es porque Él insiste. El día que me los quite, será el fin de la humanidad. Pero las señales siguen ahí, así que, hasta el final, no nos detengamos.
Irónicamente, yo también a Dios podría decirle que no, quitándome el libre albedrío. Pero a Cristo nunca podría. Por lo tanto, no hay Dios sin Cristo, pero hay Cristo sin Dios. Uno no puede ir al Padre sin Él."
"El demonio me odia porque no soporta que ame a Cristo. Pero Cristo se hizo hombre como nosotros, y en Él me refugio cuando tengo mis debilidades. Y justo cuando estoy en perfecta armonía con Él, entonces Adoniesis viene a hablarme. Pero es Cristo quien me despierta y me reaviva."
EL PODER DE ENTENDER DÓNDE ESTÁ EL MAL

Respecto a su papel, Giorgio continúa:
"Soy el intermediario directo de Adoniesis, pero Él no me ha dado ningún poder. Simplemente me ha dicho que sea su voz aquí entre ustedes. Si el Padre me hubiera dado poder, no habría dudado ni un instante en traer justicia a la Tierra.
En verdad, me ha dado el don del conocimiento y la palabra, así como de ser portador de los signos de Cristo. Y también me ha dado la capacidad de discernir dónde se encuentra el mal. Se las ha dado también a ustedes, a través de mí. Y saber dónde está el mal es un poder inmenso.
El Padre no solo nos muestra dónde se encuentra el mal, sino que además nos da la oportunidad de estudiar, entender y demostrar que es realmente el mal. Hoy en día, la mayor parte de la gente, incluso la gente buena, cree haber encontrado el bien, pero en realidad ha encontrado el mal absoluto. Nosotros tenemos el don de saber dónde está el mal y dónde está el bien. Y esto es lo que necesitamos para nuestra vida eterna. Jesús resucitó para demostrar que el hombre es inmortal y que esta vida es temporal. La verdadera vida es otra."
EL DEBER DE DECIR LA VERDAD
"Debemos utilizar la palabra y el mensaje de la Verdad para despertar a quien se debe despertar. Debemos buscar a estas almas entre la multitud; debemos hablarle a la masa, o ayudar a quienes entre nosotros le habla a la masa. Todos ustedes, en la medida de sus posibilidades, tienen el deber de hablar al prójimo de la Verdad o pagarán las consecuencias de no intentarlo.
"No debemos obligar a nadie. Debemos ofrecer la Verdad, y entonces los demás elegirán si la aceptan o no. Pero si tenemos miedo de hacerlo, significa que somos cobardes, que no somos dignos de Cristo y, por lo tanto, Dios nos vomitará de su boca."
EL ÚLTIMO PACTO DE DIOS CON LA HUMANIDAD
Respecto a nuestro compromiso como confraternidad, Giorgio afirma: "El Padre ha jurado un pacto con nuestra confraternidad. El pacto consiste en que, si lo seguimos y hacemos su voluntad, nos guiará a la salvación, tanto física como espiritual. Si, por el contrario, lo traicionamos, seremos perseguidos, atacados y nos perderemos".
Amor, paz, fraternidad, servicio a los justos, no tener miedo, dejarlo todo y estar dispuestos a quedarse sin nada: si mantenemos estos valores, el Padre nos dará la tierra prometida. Este es el último pacto con la humanidad antes del juicio final. De hecho, el juicio ya ha comenzado con los acontecimientos que se desarrollan actualmente. Las siete plagas del Apocalipsis serán los últimos eventos globales que ocurrirán. No habrá otros pactos, porque la humanidad o se salva o se destruye.
Nuestro instinto de supervivencia nos impide darnos cuenta que hay una guerra nuclear a las puertas. Entonces, si todos morimos, ¿qué otro pacto puede haber? Ninguno. Este será el último pacto con Dios. Y si todos seguimos vivos, es porque ustedes, la Confraternidad, y otros como ustedes siguen en el mundo. Por el amor de unos pocos millones de personas buenas y justas, Dios aún mantiene todo en pie.
LA REVELACIÓN DE LA TRINIDAD

Respecto a la Trinidad, Giorgio revela:
"Hoy es lógico que Cristo regrese con justicia. Él mismo lo dijo: "Volveré para juzgar a vivos y muertos, para separar las ovejas de los lobos, para establecer el nuevo reino". Por lo tanto, ya nos ha anunciado su justicia. Pero, paradójicamente, Cristo también podría decir que ha cambiado de parecer y desea ser crucificado de nuevo para salvar a sus hermanos.
El Padre consentiría este cambio de planes. Dado que no contradice la Trinidad, el Padre consideraría esta elección como la voluntad del Espíritu Santo, el arquitecto supremo de todas las cosas. Diría: "Como eres hijo del Espíritu Santo, el Espíritu Santo está en ti, por lo tanto, es Él quien me ordena hacer esto".
"La revelación de la Trinidad es una: Cristo en el hombre.
No se ha revelado el Espíritu Santo en el hombre. No se ha revelado Adoniesis en el hombre. Se ha revelado en el hombre, es decir, en Jesús de Nazaret, el Cristo de la Trinidad. Por lo tanto, debemos hacer únicamente lo que Cristo nos dice. Es Él quien siempre decide el destino del hombre. Por consiguiente, nosotros, hombres encarnados, tenemos a Cristo como nuestro Dios manifestado. Cristo decide el destino de todos, incluso el de Dios.
El cielo quiere que inculque en ustedes la devoción y la fe firme, hecha de piedra, en Cristo, el Mesías, Hijo de Dios."
Luigi Benedetti
08/11/2025
