NOSOTROS PODEMOS HACER NUEVAS TODAS LAS COSAS

17.04.2025

Por Erika Pais

El cielo está estrellado y el aroma de la primavera perfuma la noche.

Aún los recuerdos de la cena junto a sus amigos y hermanos se agolpan en su mente. Todavía puede sentir las manos firmes pero suaves de su Maestro lavándole los pies, puede escuchar el murmullo de sus labios y entrar en la profundidad de Su Ser cuando lo miraba a los ojos. Su sensibilidad siempre fue su fortaleza y su punto débil al mismo tiempo.

Cuanto ama la teología trasmitida por su Maestro y atesora cada palabra vertida por éste. Su mundo existe solo porque Él se manifestó en este. 

El pan y el vino se vuelven pesados en su estómago y el cansancio empieza a embargarlo fuertemente. Sus ojos comienzan a cerrarse, aunque haga mucha fuerza para evitarlo…

Es Santiago y se duerme cuando debe velar por Su Maestro.

Se mira las manos incrédulo de lo que acaba de hacer, la sangre que manchaban sus manos parecería tener un color más rojo oscuro de lo normal. Esas mismas manos que un rato antes tomaba el pan que Su Maestro le ofrecía en un rito que solo ellos comprendían, parecería que actuarán por si solas, no era su voluntad que las gobernaba, era otra cosa que venía desde muy adentro, era algo que hasta el momento desconocía de si mismo. Su respiración agitada impide que escuche con claridad. Su ira no le permite pensar. El cuerpo le tiembla y percibe una mano que toca su hombro, conoce la calidez de ese contacto, sabe de quien proviene. Apenas como un eco lejano unas palabras les llegan a sus sentidos ofuscados: "El que a hierro mata a hierro morirá"

Es Pedro y acaba de cortarle una oreja a un soldado Romano

La responsabilidad lo embarga, el legado profundo de toda la experiencia vivida estos últimos tres años están en sus manos. El libro de la vida se abre frente a él como una iniciación escrita en la eternidad del tiempo. Trasmitir enseñanzas de lo Alto a quien encontrará en su camino será su única razón de existir de ahora en más. Un mandato al que no faltará y que construirá "piedra sobre piedra" a lo largo del tiempo que el Padre le conceda en esta Tierra. Aunque con algunas dudas humanas, piensa que no habría nadie mejor que el para asumir esta tarea.

Es Pedro y antes que cante el gallo negará tres veces a su Maestro.

Camina a paso veloz, con la mirada dirigida al piso, puede verse las sandalias polvorientas y los dedos de sus pies…esa forma tan peculiar de caminar que tiene lo distingue entre la multitud. Como también lo distinguirá aquello que hará cuando llegue donde sus pasos lo llevan.

Nadie conoce a Su Maestro más que él. ¡Cuantas risas y cuantos momentos compartidos! Charlas sobre el origen del espíritu y la decadencia de la política social hebrea en manos de un Sanedrín corrupto y oligarca. Su amigo solo necesita un empujoncito y entonces el poder volverá a las manos del Pueblo, de donde nunca tendría que haber salido.

Es Judas y está yendo a traicionar a Jesús

El momento del encuentro Sagrado se aproxima, la Sangre de Nuestro Maestro aún continúa fresca en nosotros. Las Pascuas siempre son un momento de reflexión y de congoja para todos nosotros. El tiempo corre y las señales nos abrazan, las pruebas son siempre más sutiles y atenazan nuestros espíritus. Queremos creer y por momentos lo logramos, pero luego nos dejamos caer en el abismo del miedo, del deseo, de los esquemas, de lo que, según nuestras personalidades y egos, "debería ser".

Luchamos contra nosotros y el tiempo, luchamos con los recuerdos y el demonio, luchamos contra lo único que nos puede liberar de verdad y permanecemos esclavos de nuestros límites ilusorios.

Somos nosotros y podemos hacer nuevas todas las cosas si lo queremos.

Santa Pasquas del Señor

Erika Pais

17 de abril del 2025