VESTA: UN FRAGMENTO DE UN MUNDO PERDIDO

10.05.2025

¿QUÉ COSA ES EL ASTEROIDE VESTA?














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Por Andrea Macchiarini


Simulación del Sistema Solar,el sistema estelar al que pertenecemos, en el que es visible la posición actual de los planetas interiores.Es posiblre ver la posición de la cara principal de los asteroides y la posición del asteroide 4 Vesta. (Créditos: Planetesimal)

Durante más de una década, el asteroide Vesta ha estado en una "zona gris" desde el punto de vista científico: demasiado grande y geológicamente complejo para ser un asteroide común y corriente, pero demasiado pequeño para ser considerado un planeta verdadero y propiamente dicho. Lo que ha cambiado la forma en que los astrónomos e investigadores ven hoy el asteroide 4 Vesta." (este es su nombre oficial) son los datos publicados en un estudio reciente fechado el 29 de abril de 2025 en nature.com, realizado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. Se volvieron a examinar las grabaciones e imágenes gravitacionales producidas por la sonda Dawn, utilizando métodos de calibración muy refinados. El resultado es una reinterpretación radical de la estructura interna del asteroide Vesta.

QUE COSA ES EL ASTEROIDE VESTA

Por lo que sabemos hasta el momento , es un gran asteroide que orbita alrededor del Sol dentro de la Cara principal de los Asteroides, posicionado entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter.
Vesta es el segundo cuerpo más masivo del cinturón de asteroides, con un diámetro promedio de unos 525 kilómetros y una masa estimada del 12% de todo el cinturón.
Su tamaño y su superficie inusualmente brillante hacen de Vesta el asteroide más brillante jamás visto (y a veces el único) visible a simple vista desde la Tierra.

También es el más estudiado, gracias a la disponibilidad de muestras de rocas en forma de meteoritos HED. También es uno de los seis cuerpos identificados en el Sistema Solar de los que tenemos muestras físicas, además del asteroide 25143 Itokawa, el cometa Wild 2, Marte, la Luna y la propia Tierra.

La historia de estos "meteoritos HED" es interesante: también llamados acondritas HED, son una asociación de acondritas asteroidales, en términos simples un trozo de un asteroide que cayó sobre la superficie de la Tierra, que se cree que tienen al asteroide Vesta como su cuerpo progenitor. También se les llama acondritas basálticas por su origen magmático y algunas similitudes con los basaltos terrestres (rocas de origen magmática).

Se cree, por lo tanto, que el método de transporte de estos fragmentos desde el asteroide Vesta fue el siguiente: tras impactos con este asteroide en la cara Principal, se generaron pequeños fragmentos del tamaño de una roca que, debido a las trayectorias de eyección, finalmente colisionaron con la Tierra. Curiosamente, basándose en las mediciones de exposición a los rayos cósmicos, se cree que la mayoría de los meteoritos HED se originaron a partir de varios eventos de impacto de este tipo y han estado flotando en el espacio, por una cantidad de tiempo variable entre los 6 y los 73 millones de años antes de impactar la Tierra.

Mosaico de imágenes que muestra el asteroide gigante 4 Vesta, realizado en el 2013 utilizando datos recibidos de la sonda espacial Dawn de la NASA. El diámetro medio del asteroide es de unos 520 km; para tener como referencia sobre sus dimensiones, la imponente montaña visible en el Polo Sur es más del doble de alta que el Monte Everest.

¿QUÉ COSA SE HA COMPRENDIDO DE LAS ÚLTIMAS REVELACIONES DE LA SONDA DAWN?

Anteriormente, un análisis inicial de datos de la misión Dawn de la NASA mostró que la superficie de este gran asteroide está hecha de basalto, una roca derivada de lava solidificada. Basándose en estos análisis iniciales, se planteó la hipótesis de que Vesta poseía la misma arquitectura fundamental que nuestro planeta: una corteza exterior, un manto y un núcleo interno metálico. Esta imagen ahora ha sido alterada.
En lugar de albergar un núcleo central, todo el cuerpo del asteroide Vesta, de unos 500 kilómetros de diámetro, es casi completamente uniforme.

"La ausencia de un núcleo fue muy sorprendente. Es una forma muy diferente de pensar en Vesta", afirmó Seth Jacobson, coautor del estudio y científico planetario de la Universidad Estatal de Michigan. La historia de Vesta es sorprendentemente compleja.

El equipo de investigación llegó a esta conclusión analizando una propiedad llamada momento de inercia, que rige cómo se distribuye la masa de un objeto y, en consecuencia, cómo se mueve en el espacio.
El comportamiento de rotación de Vesta, analizado recientemente en profundidad, contradice teorías anteriores que hipotetizaban la presencia de un núcleo sustancial de níquel e hierro.
Para obtener estas nuevas mediciones revisadas, el investigador principal Ryan Park y sus colegas pasaron casi una década perfeccionando la calibración cruzada entre las telecámaras a bordo de Dawn y los datos transmitidos a través de Deep Space Network de la NASA.
"Después de casi una década de perfeccionar nuestras técnicas de calibración y procesamiento, hemos logrado una alineación notable entre los datos radiométricos de Dawn y los datos de imágenes a bordo", explicó Park.

Simulación detallada de la disposición de los distintos grupos de asteroides que orbitan entre el planeta Marte y el planeta Júpiter.
Simulación detallada de la disposición de los distintos grupos de asteroides que orbitan entre el planeta Marte y el planeta Júpiter.

LAS NUEVAS TEORIAS SOBRE EL GENESIS DEL ASTEROIDE VESTA

Ahora están surgiendo dos ideas antagónicas para explicar qué es verdaderamente Vesta.
La primera teoría es que el objeto comenzó a diferenciarse (se fundió internamente para que los metales pudieran hundirse y los silicatos pudieran ascender), pero el proceso se congeló a mitad de camino. Hay que decir que este escenario contradice los análisis de laboratorio de los "meteoritos HED" que coinciden con la huella espectral de Vesta. "Estamos realmente seguros de que estos meteoritos provienen de Vesta", señaló Jacobson. "Y estos no muestran ninguna evidencia clara de diferenciación incompleta".
Y aquí viene la única otra hipótesis sobre la génesis del asteroide Vesta: un fragmento de un mundo perdido.

La hipótesis alternativa y más audaz es que Vesta no es un planeta estancado en absoluto, sino un fragmento que explotó de un mundo más grande durante una fase caótica del Sistema Solar. Jacobson planteó la idea de manera informal hace años, sugiriendo que algunos meteoritos podrían ser reliquias de impactos violentos entre planetas embrionarios.

"Esta idea ha pasado de ser una sugerencia un tanto tonta a una hipótesis que ahora tomamos en serio debido a este nuevo análisis de datos de la misión NASA Dawn ", dijo Jacobson.
Si fuese correcto, Vesta sería un fragmento de corteza primigenia de un planeta que continuó acumulándose en otro lugar, o tal vez nunca alcanzó la madurez porque colisiones posteriores lo han destrozado hasta hacerlo irreconocible.

Esta explicación redefine el valor científico del asteroide. Basándose en este modelo de fragmentos de impacto, Vesta se convierte en evidencia forense de las colisiones que esculpieron el Sistema Solar interior, quizás preservando pistas geoquímicas sobre un planeta "padre" desconocido.

El grupo de investigación de Jacobson ya está construyendo modelos informáticos de estos impactos gigantes, mientras que la estudiante de posgrado Emily Elizondo está examinando cómo los escombros expulsados podrían migrar al cinturón de asteroides y sobrevivir durante miles de millones de años.

Ahora le espera mucho trabajo al equipo de investigación de la NASA. Los químicos planetarios pueden reevaluar los meteoritos derivados a la luz de nuevos datos sobre la gravedad de Vesta, buscando marcadores isotópicos que respalden o refuten una composición interna uniforme del asteroide. Mientras tanto, simulaciones dinámicas mejoradas podrían probar si un escenario de origen de colisión puede reproducir la órbita y la composición actual de Vesta.

Sin embargo, el conjunto de datos original producido por la misión Dawn sigue siendo un tesoro; Las mismas técnicas de reelaboración aún pueden revelar detalles internos más sutiles o reconciliar inconsistencias en modelos anteriores.

PEDAZOS DE UN ANTIGUO PLANETA

Sea cual sea la respuesta final, la historia de Vesta parece cada vez menos un simple relato de crecimiento detenido y cada vez más un "misterio detectivesco". "La colección de meteoritos Vesta ya no es una muestra de un cuerpo en el espacio que no logró convertirse en planeta", dijo Jacobson. "Podrían ser fragmentos de un planeta antiguo […] Aún no sabemos qué planeta sea."

El artículo original publicado en el sitio web earth.org, del cual se extrajeron las declaraciones de los investigadores del equipo que recientemente publicó los nuevos datos sobre el asteroide Vesta, termina con esta frase: "Al reconsiderar a Vesta desde un aspirante a planeta a un embrión inacabado o fragmento planetario, los científicos obtienen una nueva perspectiva sobre los tumultuosos procesos que dieron forma al mundo terrestre que habitamos hoy".

Desde un punto de vista "científico", estas nuevas evaluaciones sobre el asteroide Vesta podrían ser el comienzo, la entrada, de una revisión total de la razón de ser de todo el Cinturón Principal de Asteroides: en los próximos años, podría pasar de ser considerado el residuo de un planeta que nunca se formó, a ser considerado, por el contrario, lo que queda de un planeta que se formó y luego se destruyó.

Me viene espontaneamente agregar: "procesos tumultuosos que han dado forma tanto al mundo terrestre que habitamos hoy" como a todo el Sistema Solar. Procesos tumultuosos que nos conciernen mucho, mucho más de cerca de lo que normalmente pensamos.

SOBRE EL TRÁGICO FINAL DEL PLANETA-LUZ (MALLONA)

Era el año 1952. Estamos hablando de hace 73 años.
Setenta y tres años antes de que los astrónomos e investigadores comenzaran a sospechar que hay mucho más en el pasado de nuestro planeta Tierra y nuestro maravilloso Sistema Solar de lo que creemos saber hoy.

El 29 de abril de 2025 se publicaron oficialmente sólo las primeras "pistas", las primeras sospechas sobre lo que realmente ocurrió.
Decía que era el año 1952, año en el que Eugenio Siragusa transcribió unos hechos ocurridos en un pasado muy lejano, inspirados y guiados por inteligencias muy superiores y muy antiguas.

De estos escritos suyos traigo aquí sólo un breve y significativo extracto:
La noche era clara. Una estrella grande luminosísima brillaba radiante en el cielo: era el planeta Luz. Todas las miradas se posaron en él con una ternura jamas sentida. De repente, un inmenso resplandor iluminó el cielo. Una inmensa luz en forma de cruz iluminó las pupilas de todas las criaturas del reino de Ammón [Sistema Solar], desde el primero hasta el último mundo. Una célula del universo había sido asesinada. Un paraíso destruido por los ángeles rebeldes. Lágrimas de dolor descendían silenciosas y doloridas. El cosmos había sido herido.
A continuación es posible consultar libremente el documento en el que Eugenio Siragusa ha relatado los acontecimientos relativos a la destrucción del planeta-Luz, también llamado Mallona: Sulla tragica fine del pianeta-Luce (Mallona).

Según otros documentos y comunicaciones divulgados por Eugenio Siragusa, el período en que ocurrió este cataclismo planetario habría que situarlo en un lapso comprendido entre aproximadamente 75 y 100 millones de años atrás. En comparación con la edad de nuestro Sistema Solar, que se mide en una escala de miles de millones de años, este todavía se considera un evento muy reciente.

Curiosamente, según mediciones instrumentales de la exposición de los meteoritos HED a los rayos cósmicos, los fragmentos de asteroides que cayeron a la Tierra y que pueden rastrearse hasta el asteroide Vesta (y por tanto pueden rastrearse hasta esa génesis de los desechos espaciales), permanecieron vagando en el espacio durante un período de tiempo que varía entre 6 y 73 millones de años.

Quisiera cerrar este artículo con unas palabras, contenidas siempre en los escritos arriba reseñados, pero contenidas y reseñadas sobre todo en uno de los textos más difundidos, más leídos, más estudiados y más antiguos de toda la humanidad:

Jesús: "Yo Veía a Satanás caer del cielo como un rayo"
(Lucas 10,18)


Andrea Macchiarini
8 de mayo de 2025