LA DESTRUCCIÓN DE MILEI Y UNA ARGENTINA AL MARGEN DE LA LEY

Por Alejandro Olmos Gaona
En el mes de enero la deuda pública creció 10.622 millones de dólares, aunque los medios obsecuentes se han cuidado muy bien de reflejarlo; la pobreza llegó hasta el 57%, aun cuando los imbéciles de macrismo cuestionan la cifras de la Universidad Católica, que antes elogiaban, porque pone en evidencia una realidad distinta a las que ellos pretenden mostrar.
La indigencia creció al 15%, el boleto de colectivó subió casi un 500%, la nafta ha tenido también aumentos gigantescos, el consumo cayó el 37%, la compra de medicamentos un 45.8%, la industria Pyme cayó un 30% y la capacidad instalada de la industria también bajó de manera notable. La licuación de los salarios y las jubilaciones alcanzó cifras que hace años no se conocían, y podría seguir enumerando todas las calamidades que han surgido por decisión de un sujeto carente de todo equilibrio que ejerce la presidencia de la Nación.
A lo expuesto se suma la pertinaz violación del orden público al modificar por DNU, leyes de la Nación, ejercer el nepotismo, nombrando a su hermana como Secretaria General de la Presidencia, desconocer las normas constitucionales que indican la jerarquía de las normas legales, pretender la suma del poder público para gobernar a su antojo. En estos días, pretender quitar recursos a las provincias, que se verán privadas de lo necesario para su eficaz funcionamiento.
Hablar de que el Poder Legislativo es un nido de ratas, y calificar como traidores y basuras, a todo dirigente político que se atreve a cuestionarlo, o simplemente discute lo que Milei pretende poner en ejecución. Pocas veces se ha visto a un presidente de la Nación utilizar un lenguaje grosero e insultante para todos aquellos que no coinciden con sus delirantes postulados, descalificar a diestra y siniestra a los que se le enfrentan, y restringir el suministro de fondos a todos aquellos que viven en permanente precarización con el argumento falaz de que "no hay plata".
Se ha visto una fenomenal redistribución de ingresos a favor de ciertos sectores privilegiados, y en ningún momento se ha hablado de generar trabajo, de compensar a los sectores que han visto pulverizados los ingresos por la descomunal devaluación.
En este país sin memoria, se han olvidado que Milei dijo que iba a terminar con la "casta" y está gobernando con su peores representantes, a través de un gabinete de mediocres, muchos de ellos altamente peligrosos como Luis Caputo un pertinaz mentiroso, que fue parte del mayor endeudamiento que conoció la Argentina entre el 2015 y el 2019, que se favoreció con el mismo a través de operaciones que hicieron sus off shore, y que fuera descalificado en cuanto a sus competencias económicas, por uno de los principales funcionarios del Fondo Monetario Internacional.
Pero ahí están viejos conocidos de probada incapacidad como Patricia Bullrich que desfiló por todos los grupos políticos desde la juventud peronista hasta el PRO. Santiago Bausili imputado penalmente por negociaciones incompatibles con la función pública, hoy presidente del Banco Central, y nieto de quien fuera parte de un escandaloso negociado durante la década del 30 que fue la prórroga de la concesión de la CADE. También están los otros como Franco, Adorni, Petri, a quienes ante preguntas puntuales, se evaden y no contestan, o desconocen normas legales imprescindibles.
En medio de la grave situación que vive la Argentina, el fin de semana Milei se dedicó a las redes efectuando 1.491 likes, 754 retweets y estuvo más de 8 horas tuiteando en vez de gobernar, y hacer algo más productivo, que perder tiempo en las redes, peleándose con todo aquel que lo cuestiona. Creo que pocas veces se habrá visto tal grado de estupidez en alguien que está al frente de un gobierno, y se comporta como un adolescente desequilibrado, carente de cualquier responsabilidad.
Pero todavía hay una gran legión de estúpidos como él, que se niegan a ver las realidades de lo que se está convirtiendo la Argentina por obra y gracia se este sujeto, que carece de límites, y solo se guía por sus delirantes convicciones.
Hace una semana en la provincia de Corrientes, sostuvo que el Estado es una organización criminal dedicada a la delincuencia, por lo que cabe concluir que él es un delincuente ya que está al frente de esa organización que repele, pero que la conduce. El viejo truco de echarle las culpas al gobierno anterior, no resiste el menor análisis, ya que si bien, hay acciones anteriores que indudablemente ejercen su influencia, la responsabilidad del desastre que se avecina, no puede buscarse en la gestión anterior.
Un solo dato, la violenta devaluación no era necesaria y se podrían haber buscado otras alternativas, pero aquí el tema, es que Milei se cree el fundador de un nuevo no se qué, ya que él no lo llama Estado, lo que puede derivar en una situación explosiva de consecuencias imprevisibles.
