Sahel, donde la inseguridad y los desplazamientos siguen afectando a la infancia

Millones de niños y niñas de la región no asisten a la escuela y corren el riesgo de sufrir malnutrición grave debido a que los conflictos y los recortes en la financiación están llevando a las familias al límite
UAGADÚGÚ, BURKINA FASO, 21 de junio de 2025 – Tras concluir una misión en Burkina Faso, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, pidió hoy que se tomen medidas urgentes para proteger a los niños y niñas de todo el Sahel, cuyas vidas han quedado alteradas por la inseguridad, los desplazamientos y el cambio climático.
Russell visitó Burkina Faso con el fin de observar los esfuerzos que están realizando el Gobierno, los aliados y los jóvenes para abordar los principales problemas relacionados con la salud, la educación y la protección de la infancia, y pedir a la comunidad internacional que apoye las intervenciones eficaces que han demostrado salvar las vidas de los niños y niñas y mejorar su situación.
"El Sahel es uno de los lugares donde resulta más difícil ser un niño o una niña hoy en día, y sin embargo es el que menos atención recibe en todo el mundo", afirmó Catherine Russell tras una visita de tres días a Burkina Faso.
Debido a la inseguridad en el Sahel central (Burkina Faso, Malí y Níger) más de 2,9 millones de personas ha quedado desplazadas, aproximadamente la mitad de ellas niños y niñas. Las comunidades, las escuelas, los centros de salud y los puntos de abastecimiento de agua han sido objeto de ataques, lo que aumenta el riesgo de que los niños y niñas sufran casos de malnutrición y enfermedades o corran el peligro de contraer matrimonios precoces o de que les recluten en grupos armados.
La violencia se ha extendido por todo el Sahel central y por los países vecinos, lo que ha provocado nuevos desplazamientos, dificultades económicas y una mayor presión sobre unos recursos limitados.
Los ciclos de sequías e inundaciones relacionadas con el clima contribuyen a la inseguridad alimentaria y a las dificultades.
En todo el Sahel central, el número de niños y niñas menores de cinco años que sufren malnutrición aguda casi se ha triplicado, pasando de 2,2 millones en 2015 a 6 millones en 2023. Hoy en día, más de 2,5 millones de niños y niñas corren el riesgo de sufrir emaciación.
Millones de alumnos no van a la escuela y carecen de acceso a la educación. Más de 8.000 escuelas han cerrado debido a los ataques o la inseguridad.
"El Sahel es un ejemplo de la tormenta perfecta, en la que los conflictos, los desastres climáticos y la falta crónica de financiación se alimentan mutuamente", afirmó Russell. "Debería servir para que todo el mundo tome conciencia de que las crisis se agravan cuando no se les presta atención. Como siempre, los niños y las niñas son los que más tienen que perder".
A pesar de las grandes dificultades existentes se han logrado algunos avances. La mayoría de los niños y niñas están vacunados y los trabajadores sanitarios de las comunidades siguen llegando a ellos incluso en las zonas más remotas.
UNICEF y sus aliados están trabajando con las comunidades y apoyando a los gobiernos de todo el Sahel central para abrir escuelas y proporcionar servicios esenciales a millones de niños y niñas, como vacunas, nutrición, agua potable y protección social.
En Burkina Faso, Russell se reunió con el Primer Ministro y los ministros de Asuntos Exteriores, Salud y Educación, y les agradeció el aumento de las inversiones que el Gobierno está realizando en salud, educación y protección de la infancia.
Visitó un programa apoyado por UNICEF en la localidad rural de Kokologho, donde una sólida combinación de iniciativas de nutrición, agua, higiene y saneamiento refuerza la resiliencia de la comunidad y salva vidas infantiles. También viajó a la ciudad oriental de Fada, donde UNICEF presta apoyo a miles de familias desplazadas internas que han huido de la violencia.
Una mujer, Mariam, contó a Russell que agarró a sus siete hijos y huyó después de que unos hombres armados llegaran a su aldea y mataran a su marido delante de la familia.
"A pesar del sufrimiento y los problemas a los que se enfrentan los niños, niñas y familias como la de Mariam, me alegró ver cómo la gente hace todo lo posible por ayudarse mutuamente con lo poco que tiene. Pero no pueden hacerlo solos, y las necesidades superan rápidamente los fondos disponibles", dijo Russell.
Se prevé que la financiación de UNICEF en África Occidental y Central se reduzca en un 35% debido a los repentinos y drásticos recortes de la financiación mundial para el desarrollo.
El llamamiento humanitario de UNICEF para la infancia del Sahel central asciende este año a 489,7 millones de dólares para llegar a los niños y niñas más vulnerables. Hasta junio de 2025 se había recibido menos del 7% de esa cifra.
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