UN LEGADO UNICO

Por Estela Casado y Mirtha Susana Rodriguez
Como ustedes saben es característico en nuestro programa la defensa y reivindicación de los pueblos aborígenes u originarios como en realidad preferimos llamarlos; particularmente en nuestro segmento hemos tratado de profundizar sobre la historia y colonización de la campaña del desierto y las nefastas consecuencias, pero también, nuestros compañeros en cada programa se ocupan de visibilizar sus constantes reclamos, porque en realidad, estas comunidades a lo largo y ancho del país y del continente americano han sido y son actualmente los mayores defensores de la tierra y su biodiversidad, enarbolando banderas algunas veces, acompañados por otros grupos y muchas, en soledad. Duele admitir que el resto de las poblaciones en los diferentes lugares del mundo sean indiferentes en general a acompañar estas premisas, pero así estamos.
Por eso hoy retomamos un poco el tema,
ya no tan circunscripto a nuestro país, sino en general. Existen algunas
curiosidades y datos que nos parecieron interesantes de compartir:
Los indígenas americanos cuentan con un
legado único que no siempre ha sido valorado en sus verdaderas dimensiones,
dentro de muchas tribus se esconde un torrente silencioso e invisible pero
sobre todo valioso, no es oro tampoco agua, hablamos de la sangre tipo 0. Resulta
que en la era de la genética y de la medicina moderna la información genética
es fundamental para comprender la historia de la civilización humana y
desarrollar tratamientos para enfermedades mortales. A medida que los
científicos estudian sus genomas descubren aspectos sorprendentes sobre la
historia del ser humano.
Mientras investigan los secretos de la
sangre que une a las generaciones pasadas, presentes y futuras de las
poblaciones indígenas de las Américas, se han dado cuenta la prevalencia de la
sangre tipo 0 en éstas. Su estudio puede revelar mucho sobre la evolución de la
humanidad, un aspecto interesante de las investigaciones genéticas que se han
realizado, es la distribución y frecuencia de los diferentes tipos de sangre,
uno de los patrones más significativos se encuentra en las poblaciones nativas
americanas desde las heladas tundras del Norte hasta la Patagonia al sur, en
las que en su mayoría se encuentra este grupo sanguíneo. Esto se diferencia de
las poblaciones de otras partes del mundo en las que se pueden encontrar otros como
A, B, etc. y donde se han identificado
mutaciones recientes de estos tipos.
México un país con una rica diversidad
étnica y cultural presenta una notable característica, en términos de grupos
sanguíneos, el 0 es el más común en las
poblaciones indígenas estudiadas con una sorprendente frecuencia del 88 %.
Un estudio adicional llevado a cabo en
los indígenas guatusos de Costa Rica aporta una perspectiva aún más notable,
aquí se encontró que el tipo 0 estaba presente en el 100% de los indios puros.
Hallazgos como estos subrayan la singularidad de ciertas poblaciones autóctonas
en su composición genética, poniendo de relieve como la historia y el
aislamiento geográfico pueden haber influido en la prevalencia de un grupo
sanguíneo particular; lo que hace que estos descubrimientos sean tan
apasionantes es la idea de que detrás de cada cifra y de cada rasgo sanguíneo
hay historias humanas, cada uno de ellos lleva consigo un legado evolutivo, una
respuesta a desafíos y amenazas que las poblaciones enfrentaron a lo largo de
la historia.
Es importante destacar que la
distribución de los tipos de sangre no es constante en todas las poblaciones y
tribus nativas americanas ya que algunas -como la de los pies negros o Black
fit- muestran prevalencia alta de tipo "A". Esta se hace llamar soyi tapic que
significa "personas de las praderas" y son un grupo de nativos americanos con
una rica historia que se desenvuelve en el majestuoso escenario de
Montana-Estados Unidos. Su historia se teje con la valentía de aquellos que en
un momento de la misma se vieron obligados a abandonar sus territorios
ancestrales en la región superior de los grandes lagos a medida que la
conquista por parte de los europeos avanzaba.
En el caso de esta tribu este enigma
genético plantea preguntas que todavía no cuentan con respuestas
satisfactorias, sin embargo esto sugiere que la evolución de los diferentes
tipos de sangre sigue siendo un proceso dinámico Incluso en las poblaciones
donde se han visto patrones consistentes en el pasado y que han permanecido
aisladas de otras.
Teorías de prevalencia de la sangre tipo 0
En realidad existen varias con relación a estos grupos indígenas y sería difícil cubrirlas todas, sin embargo comentaremos las dos más aceptadas por la comunidad científica.
Comencemos por la teoría evolutiva, esto
nos lleva a las eras más antiguas de la humanidad en esos tiempos las personas
a lo largo y ancho de lo que hoy conocemos como América compartían una
característica especial, el grupo sanguíneo 0, de acuerdo con esta teoría, se cree que esta singularidad en
diversas poblaciones se originó gracias a una mutación que le otorgó a estos
antiguos pobladores una ventaja de supervivencia.
¿Qué significa esto? Pensemos en
ello como una adaptación genética que le brindó a quienes la tenían, una mayor
probabilidad de sobrevivir y prosperar en su entorno.
Como Charles Darwin postuló en su
teoría de la evolución, las especies que sobreviven son aquellas que mejor se
adaptan a los cambios en su entorno, en este contexto la aparición del grupo
sanguíneo 0 puede considerarse un maravilloso ejemplo de cómo la evolución
actúa en la práctica.
Ahora en el caso de los grupos
indígenas es como si hubiera una receta especial o grupo sanguíneo que se transmitió a través
de las generaciones debido a que era perfecta para adaptarse al ambiente
local. En términos más científicos los
aborígenes pueden tener una alta prevalencia de ciertos grupos sanguíneos
debido a la deriva genética y la endogamia,
la deriva genética se refiere a los cambios aleatorios en la frecuencia
de los genes en una población pequeña mientras que la endogamia significa que
las personas de la misma comunidad tienden a casarse entre sí lo que puede
aumentar la probabilidad de transmitir genes específicos como un grupo
sanguíneo particular.
La otra teoría se basa en la historia y las migraciones. La historia de las poblaciones con sangre tipo 0 en América es un intrigante rompecabezas que la investigación arqueológica y antropológica está desentrañando con pasión y determinación, se trata de un viaje al pasado que nos lleva a las gélidas extensiones de Siberia y a las vastas tierras americanas. Un elemento clave en este fascinante relato es el sistema del grupo sanguíneo Diego una herramienta revolucionaria que se reveló en la década de 1950. Este sistema del que no nos vamos a extender en su explicación porque es muy científica, ha resultado ser como un faro luminoso iluminando el camino ancestral de las poblaciones a través del Estrecho de Bering, un puente natural entre las actuales Rusia y Alaska que inicialmente conectó a los amerindios con Siberia y viceversa.
Este pequeño fragmento de ADN del sistema antes mencionado reveló la existencia de dos poblaciones fundadoras en América, una de las cuales tenía lazos profundos con los asiáticos orientales y los siberianos contemporáneos. Imaginemos una población paleo siberiana antigua, un amalgama de linajes que se originaron en el Antiguo Asia Oriental y se separaron de otros pueblos de Asia. Los científicos afirman que el puente de Bering, en condiciones de ser transitado por hombres y animales, duró un "breve" período durante la última glaciación, cuando el nivel del mar llegó a bajar 120 metros aproximadamente, y el actual estrecho de Bering, se convirtió en istmo, durante dos etapas. La primera duró unos 4000 años y la segunda, unos 15.000 años. Es decir, el puente de Bering se mantuvo en condiciones de tránsito durante unos 19.000 años.
Se estima que esto sucedió hace aproximadamente unos 36.000 años; luego estos linajes se fusionaron en Siberia y se cree que los nativos americanos ancestrales surgieron a partir de este linaje antiguo.
Concluímos así que la historia y los factores medioambientales, comparación global entre regiones y diferentes países. En este mar de diversidad sanguínea el grupo 0 se destaca como uno de los grupos más grandes. Aproximadamente el 38 % de la población mundial lleva en sus venas la valiosa etiqueta de 0+ lo que lo convierte en uno de los tipos de sangre más comunes en nuestro planeta.
América, esta vasta tierra de selvas exuberantes y montañas majestuosas es testigo de una sorprendente concentración de este grupo sanguíneo, entre las poblaciones indígenas de América Central y del Sur se acerca audazmente al 100% de sus individuos es probablemente la mayor concentración dentro de un grupo étnico en el planeta.
En los Estados Unidos un Crisol de etnias y culturas el tipo 0 + se alza como el más común.
Migraciones y mezcla genética como hemos relatado y las complejas corrientes de la historia fluyen en los genes de los nativos americanos tejiendo un tapiz que ha desconcertado y fascinado a los científicos durante décadas.
Además del factor migratorio mencionado
a través del Estrecho de Bering sin embargo se ha asumido que las rutas
costeras como las de la costa del Pacífico podrían haber desempeñado además un
papel esencial para el desplazamiento.
En este apasionante viaje hacia el
pasado exploramos las posibles razones detrás de la prevalencia del tipo
sanguíneo 0 en estas comunidades ancestrales, un misterio genético que se ha
inscripto en las páginas de la historia de Las Américas.
A lo largo de estas rutas, diferentes
grupos humanos portadores de distintos tipos de sangre podrían haber convergido
y mezclado sus linajes en este inmenso Crisol genético, los patrones de
diversidad genética podrían haber sido influenciados dando como resultado la prevalencia
del tipo 0 en algunas poblaciones.
Otro factor interesante es el efecto
cuello de botella, es posible que en otra época haya habido una alta frecuencia
de tipos de sangre A y B entre los indígenas americanos, dicho de otra forma
que el grupo 0 no haya sido
dominante al principio, sin embargo el descenso de la población que ocurrió
durante el siglo XV debido a la llegada de los europeos podría haber tenido un
impacto importante, esta disminución drástica de la población podría haber
reducido la diversidad genética en ellas permitiendo que este tipo de sangre se
volviera más predominante en algunas, esta selección habría sido más azarosa
como si hubiera pasado por una especie de embudo, la mayoría de los indígenas
que desaparecieron habrían pertenecido a otros grupos sanguíneos dejando como
mayoría al grupo sanguíneo 0 y
facilitando su consolidación como grupo dominante. La mezcla de diferentes
grupos originarios es otra pieza en este rompecabezas genético.
La historia de nativos americanos y las posibilidades de contraer algunas enfermedades
Es un tapiz tejido con resistencia y resiliencia en la cara dedesafíos, considerando que a lo largo de los siglos estas poblaciones originarias han enfrentado las dificultades inherentes a la vida en un continente vasto y diverso, rodeados de un entorno natural, frondoso y ocasionalmente peligroso, también, han sido víctimas de enfermedades autóctonas y de otras que fueron introducidas con el contacto con Europa, en ambos casos, dejaron una marca indeleble en su salud y bienestar, entre las enfermedades que impactaron profundamente a los nativos Americanos, el cólera emerge como uno de los villanos más intrigantes, curiosamente se ha observado que las personas del grupo 0 son más propensas a padecerlo.
Acabamos de entrar en un terreno
escabroso ya que la relación entre el tipo de sangre y la salud es compleja y está
en constante evolución. Las investigaciones en curso continúan arrojando nuevas
luces sobre las asociaciones entre los tipos de sangre y enfermedades
específicas, sin embargo los descubrimientos científicos revelan que los tipos
de sangre pueden desempeñar un papel fundamental en la resistencia o la
susceptibilidad a diversas enfermedades en las poblaciones indígenas y más allá.
Por ejemplo, en términos generales las personas con tipos de sangre distintos al
0
tienden a ser más susceptibles a ciertas enfermedades, esto parece ser una
excelente noticia para la gran mayoría de los indígenas americanos, pero mala para
quienes no pertenecen a ese grupo sanguíneo.
La sangre tipo 0 parece conferir una defensa adicional contra la malaria lo que
destaca la adaptabilidad de diferentes grupos sanguíneos frente a enfermedades
específicas.
Por último y más allá de este informe científico, no
debemos dejar de mencionar que existe un flagelo importante para esta población
indígena del Norte. La pobreza, la marginalidad y la
exclusión se
han convertido en una característica estructural para estos pueblos; la
falta de programas de salud adecuados y
el acceso limitado a atención médica de calidad, sumado a factores de
desnutrición plantean un panorama tremendamente desigual que se agravó
notablemente durante la pandemia. Las comunidades sufrieron
desde falta de agua potable a represión y desalojos
de sus tierras.
Se calcula que la cantidad de indígenas en Estados Unidos de
América oscila entre 2.5 y 6 millones, de los cuales
alrededor del 20% vive en zonas indígenas americanas o en pueblos nativos de
Alaska.
Fuente:
VIDEO página web: www.lifeder.com – Universidad de Sevilla España
