Por Juan Alberto Rambaldo

Me parece muy importante resaltar, donde Adoniesis, explica la forma en que se manifiestan los seres extraterrestres, los genios solares, explicándonos que el sol es la morada de los seres angélicos, es decir, querubines, serafines y tronos, pero sobre todas las cosas y para que se tenga la certeza también, de que ellos se manifiestan a través de formas y métodos que nosotros no estamos habilitados para producir.

Lo más importante del mensaje se refiere a esas manifestaciones y como podrán ver en la imagen, el número 7 puede observarse claramente en el cielo y en el corazón del Sol. 

El número 7 es el número del Padre, es decir, que es Su presencia en cada uno de estos actos pero además, es la manifestación de Sus ciclos que son septenarios, siete años, setenta años, setecientos años, etc. En este caso, con este mensaje nos está diciendo cuál es el ciclo que va a producirse próximamente a partir del 2 de septiembre de este año con respecto al desarrollo de la crisis humanitaria y también, en cada uno de nosotros que sentimos que tenemos que transmitir la idea de la construcción y de la reconstrucción de nuestro ser y la de nuestros semejantes para que pongamos en claro lo que es el mandato que dejó el Cristo respecto a la Obra que debemos desarrollar todos aquellos que consideramos que seguimos sus caminos. La defensa de la madre Tierra en todos sus aspectos, el profundo interno, el de superficie y el etéreo que es el que rodea la atmósfera, estratosfera y la ionosfera.

Que cada uno de nosotros sea un constructor de la necesidad de participar activamente en cada uno de los actos que lleven a la formación de una conciencia más cercana a la conciencia crística.

Actualmente podemos ver que existen manifestaciones concretas en defensa del medioambiente, en contra de las guerras y en defensa de los derechos más elementales. Aparecen focos de reacción en todos lados y lógicamente, en cada lugar se manifiestan con la idiosincrasia de cada región pero evidentemente debemos seguir impulsando una onda expansiva tratando de que la gente tome conciencia no solamente de lo que es su situación concreta del lugar en el que está viviendo sino, del peligro por el cual está atravesando la humanidad.

Aquí en Argentina han habido y siguen habiendo movimientos a favor de Palestina como también se dieron y se dan en otras partes del mundo, ya que semejante genocidio impactó en la conciencia de todos, sin embargo, parece mentira que no impacte de la misma manera el peligro de la conflagración atómica mundial, es decir, de exterminio global. Son muy pocos los que reaccionan ante esta amenaza, es indispensable que cada individuo reconozca su poder y asuma un rol activo en la construcción de un futuro más seguro y pacífico aunque el contrincante parezca más fuerte y enorme, y pareciendo que no habría posibilidades de enfrentamiento siendo que eso no es así, la conciencia es más fuerte que todas las armas del mundo.

Lo cierto es que en todos lados se escuchan voces de reacción, quizás con algún contenido diferente al nuestro, lo importante es la unión de conciencias y de consignas en contra de las injusticias, en pro de la solidaridad y en favor de la paz, eso es lo importante, cada uno con sus ideas políticas y religiosas, esas no importan si tenemos como objetivo la defensa de esos valores.