
AMBAY
Por Mirtha Susana Rodríguez y Estela Casado
Nombre científico Cecropia pachystachya Trécul, Cecropia adenopus o también llamadas de forma más popular en el español como ambay, embaí, amba-i, ambaiba, ambay guazu, palo lija, en el caso del portugués es embaúba, ambaíba, árvore-da-preguica.
Es un árbol dioico, es decir que existen ejemplares masculinos y ejemplares femeninos de la planta, presenta una altura cercana a los 10-20 metros, corteza provista de látex, ramas con muchos nudos y ahuecada. Crece en las selvas de los ríos de Brasil, la región amazónica de Paraguay y Bolivia así como en el noreste de Argentina.
En Misiones se puede encontrar, tanto en la selva como en las zonas de costa de ríos y arroyos. Su tronco tiene un diámetro que alcanza los 30 cm. La copa es alta, florece y fructifica a lo largo de todo el año.

Las hojas de esta planta presentan la forma de palma de una mano con dedos, donde la parte de arriba de la hoja es áspera al tacto de un color verde oscuro y la parte inferior de la lámina de la hoja es de color gris blanquecino con una textura suave y sedosa gracias a la presencia de largos pelos o tricomas.
Es una planta medicinal, con la que se preparan infusiones para tratar diversos problemas de la salud. También es un árbol que se utiliza para fabricar papel. Tiene propiedades expectorantes y cardiotónicas.
La única especie del género reconocida oficialmente por la farmacopea
nacional argentina. En el año 2004 se incorporó en forma de jarabe en atención
primaria de la salud en la provincia de Misiones, dentro del marco del proyecto
"Cultivando la salud", ejecutado por la Asociación Argentina de Fitomedicina
(AAF) y el Centro orientativo y Educacional (COE) de Italia y en colaboración
con el gobierno provincial de Misiones.

Propiedades
Funciona como antiespasmódico, digestivo, diurético, antioxidante, sedante, astringente y expectorante. Se la utiliza mayormente para combatir enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio, como catarros, resfriados, gripe, tos, asma, bronquitis, neumonía, pulmonía, enfisema pulmonar y angina.
Además baja la fiebre y ayuda a curar heridas leves. Es recomendable para quienes padecen de retención de líquidos, aporta un gran apoyo en el tratamiento de las enfermedades nerviosas. También se la utiliza en cuestiones cardiológicas, ya que regula los latidos del corazón, alivia las palpitaciones generadas por los nervios y mejora el funcionamiento del sistema circulatorio.
USOS
¿Cómo se prepara y cuál es
la parte usada?
► Se utilizan las hojas y brotes secos. A las hojas se le quitan los pecíolos y las nervaduras. Se preparan en forma de decocciones o té, colocando las hojas y brotes en un recipiente con el agregado de agua y calentar hasta hervir, puede ser endulzado con miel o azúcar. Otra forma refiere la preparación previa de un caramelo con azúcar (azúcar quemada) al que se le agregan las hojas y brotes secos e inmediatamente se completa la preparación con el agregado de agua hirviendo, de preferencia consumir caliente.
TÉ DE AMBAY

Para prepararlo, se hierve un litro de agua y se agregan 20 gramos de la planta, se pueden usar hojas frescas o secas. Es importante dejar reposar por 10 minutos. Se recomienda endulzar con miel.
También, el té de Ambay se puede preparar como se hace con la moringa, es decir, se toma un puñado de hojas, que se la puede triturar con un mortero o con lo que se pueda desmenuzar y se agrega en una taza de agua caliente. Se revuelve hasta que se vea que el agua comienza a cambiar de color inclinándose al verde amarillento.
Se puede consumir entre 3 y 5 tazas diarias, se recomienda tomar una en ayunas, otras dos horas después del almuerzo y la última antes de ir a dormir. En el caso de los asmáticos, se puede masticar una hoja y si se trata de gripe, combinada con jugo de limón es aún más efectiva.
Esta bebida tiene un sabor amargo, pero, sus beneficios medicinales superan ese gusto. Aun así, se puede mejorar con edulcorantes o azúcar
Las inhalaciones son otra opción,
consiste en agregar unas hojas en agua hirviendo e inhalar los vapores que
emana, siempre cubriendo la cabeza con una toalla. Para la tos, preparar un
jarabe resulta maravilloso, para los niños es muy útil.
Jarabe
Para hacer un jarabe, se hierve un litro de agua y se agregan 100 gramos de las hojas, se deja en el fuego hasta que se reduzca a la mitad. Luego se agrega miel poco a poco y se mezcla hasta que toma una consistencia espesa. El jarabe se debe guardar en heladera y se toma una cucharada cada 8 horas.
Otros Usos
La raíz en decocción se emplea como analgésico dentario en forma de colutorio. En otros países sudamericanos las hojas se mastican o cocinan para gargarismos tratando aftas, angina y halitosis.
Fue ampliamente utilizado por los indígenas sudamericanos, especialmente como broncodilatador, antiinflamatorio y antiséptico. Existiendo referencias de su empleo a partir del año 1535 los Payé (Eran médicos hechiceros que también tenían poderes para comunicarse con los dioses y los porás, -unos duendecillos protectores de plantas y animales-) lo daban a beber en forma de tisanas y en polvo a los enfermos de asma, las hojas frescas eran aplicadas sobre heridas y quemaduras, mientras que el látex del tronco se empleaba como cáustico para reducir verrugas.
Además de su reputación como planta medicinal también constituye una planta ornamental muy utilizada en parques y jardines. Por otro lado las hojas son apreciadas como lijas caseras.
La información de uso tradicional así
como los estudios realizados en cuanto a toxicidad, mutagenicidad y
carcinogénesis indican que el uso de esta planta no presentaría efectos
adversos en las formas de uso tradicional. En los estudios farmacológicos
mencionados en Domínguez y Soto se hace referencia a que si bien existen signos
de toxicidad por administración endovenosa y subcutánea, el extracto acuoso es
inocuo al administrarlo por vía oral. Es muy poco activa y poco tóxica.
CONTRAINDICACIONES
No se recomienda para mujeres embarazadas o aquellas que están en periodo de lactancia. Lo más aconsejable es consultar con un médico para que recomiende la frecuencia y cantidad en la que se puede consumir.
Fuentes:
Plantas medicinales autóctonas de la Argentina de Alonso y Desmarchelier.
