LAS ELECCIONES EN VENEZUELA Y EL TRIUNFO DE MADURO

02.08.2024

En estas épocas de fundamentalismos varios, de sectarismos de diversa calaña, de correcciones políticas, pensar de manera independiente, y no aferrarse a los habituales mensajes de la corrección política, puede ser riesgoso, porque se está a merced de la descalificación de unos y otros, según se coincida o no con las opiniones que pueda expresar en este medio.

Debo aclarar, que conozco Venezuela desde 1983, cuando era Presidente mi amigo Luis Herrera Campins, también tuve amistad con el Dr. Rafael Caldera que además de ser dos veces Presidente, fue una de las grandes figuras de la política venezolana, en cuya casa se firmó el Pacto de Punto Fijo que fue la terminación definitiva de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. La segunda presidencia de Caldera, no fue buena, y se limitó a consolidar a un régimen, que solo beneficiaba a unos pocos, y solo la alternancia democrática se daba entre la Acción Democrática y el Copei, las dos fuerzas más importantes de la política del país.

He viajado muchas veces a Caracas por algunas cuestiones relacionadas con la función que tuve entre 1983 y 1986, como asesor de la Embajada Venezolana en Buenos Aires, También viajé otras veces, y a fines del 2008 acompañé al Presidente del Ecuador Rafael Correa, a la reunión del ALBA, donde estaban Chavez, Evo Morales, Manuel Zelaya y otros jefes de Estado, y posteriormente también, razón por la cual conozco ese país no a través de las noticias, de los comentarios interesados, de los corrillos superficiales, y de aquellos que se creen autorizados a opinar de cualquier cosa aunque no sepan nada.

Cuando irrumpió Chavez ante el hartazgo de todos y la corrupción que crecía, hizo cosas muy importantes en beneficio de su pueblo, que resultan innegables, pero cayó en las mismas practicas de los otros. Pretendió inventar un inexistente socialismo del siglo XXI, y se murió dando paso, a un incompetente y corrupto sujeto, que llevó a Venezuela a un estado de crisis de tal magnitud, que determinó prácticamente la huida de más de seis millones de venezolanos, que no toleraron las exacciones, la corruptela, los abusos, y la violación de los derechos humanos del gobierno decidido a perpetuarse en el poder.

Lo ocurrido ayer, es otro ejemplo de un gobierno desquiciado, que no acepta respetar la voluntad de su pueblo, y que ha recurrido a todo tipo de artimañas y violencia, para anunciarse triunfador en las elecciones, demorando inexplicablemente los resultados, no mostrando las evidencias del supuesto triunfo, y limitándose a lo de siempre, que su palabra sea la única valedera y de esa manera continuar con la impunidad, sofocando las libertades públicas y utilizando todo tipo de maniobras, para consagrar el fraude como una política electoral. Si el resultado es favorable a Maduro deberían mostrar las actas, verificar los votos, dar ejemplo de transparencia, y no esta oscuridad, que los pone en evidencia. No hay ningun elemento a la vista en la página en internet del CNE.

Los funcionarios más respetables que acompañaron a Chávez, huyeron de Venezuela hace tiempo, y solo queda acompañando al camionero Maduro, un sequito de obsecuentes y algunos poderosos vinculados a las fuerzas armadas que lo sostienen. Saben que pueden perder sus privilegios, y es por ello, que se niegan a entregar el poder, y seguirán así, hasta que una revuelta popular, y algún político decidido, impulse un movimiento para terminar con el gobierno.

Pero como las cosas no son nada fáciles, y en estas encrucijadas que siempre aparecen, la oposición que supuestamente dice que habría ganado no es una garantía de nada, ni de libertades públicas, ni de independencia económica, ni de beneficios para los que no tienen nada. Es volver a los viejos tiempos, donde vivía bien un grupo reducido de personas, otros medianamente de manera aceptable, pero la gran mayoría sufría una pobreza que se había hecho endémica. A los socios de Country Club, no les interesaba en lo más mínimas, las carencias de los que vivían en el 23 de enero, en El Silencio y en los barrios más paupérrimos de Caracas, y ni hablar de como se vivía en Zulia, Barquisimeto y en otros lugares.

Es lamentable que se hayan dado dos opciones, y que ninguna de ellas signifique el bienestar de los venezolanos, sino en un caso seguir con el empobrecimiento, y la falta de libertades y violaciones diversas, y en el otro: sometimiento al poder financiero, negocios para unos pocos, libertades aparentes, y solo para los que manejan los medios.

En estos casos los más fácil es tomar partido por unos o por los otros y nos ver las realidades complejas que se muestran atrás de este proceso.

Hay presidentes como Lula que prudentemente quieren verificar debidamente que pasó, o como Boric, el presidente de Chile, Petro y López Obrador, que nada tienen que ver ni con la derecha ni con la influencia de EE.UU. y otros jefes de Estado, que no están convencidos con este triunfo aparente, y después están los otros con Milei a la cabeza, que solo se limitan al insulto y a los cliches acostumbrados en defender una libertad que ellos no practican ya que insultan a quien los cuestiona. 

Finalmente era de esperar que Cuba, Irán Rusia, etc, que tienen intereses petroleros concretos apoyaran lo que ocurrió. En estas cuestiones, no existen solidaridades democráticas, o convencimientos sobre las realidades que se muestren, sino intereses muy concretos de carácter económico, mas allá de las ideologías que sustente cada uno 

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