LO QUE ESTA POR ABAJO Y LO QUE ESTA POR ARRIBA

15.02.2025

Por Carlos Del Frade

El domingo 9 de febrero de 2025 alrededor de las 17 horas, en villa "Banana", en el oeste rosarino y a menos de 10 minutos de la ex ciudad obrera, en Rueda y Lima en donde se dibuja una plazoleta frente a una escuela católica muy humilde al servicio de la gente con mucha acción social. Ahí mataron a tres muchachos, Damián Soplán de 43 años que murió en el acto, -lo fusilaron- luego terminó muriendo su compañera, Eliana Deasis de 36 años y al otro día, se confirmó la muerte de Fabián Alejandro Soplán de 25 años. También fueron agredidos dos muchachos de 26 y 16 años.

Ahí comienza la otra cuestión de lo que significa, esto del rebrote de la violencia urbana en Rosario como consecuencia, de que no se han desarticulado las bandas narcopoliciales barriales que ya habían confirmado dramáticamente en marzo de 2024, -cuando mataron a cuatro trabajadores y después el 9 de noviembre cuando hacen el doble asesinato del ex jefe de la barra brava de Rosario Central Andrés "Pillín" Bracamonte y su segundo Daniel Raún "Rana" Attardo-  a partir de ese momento se iba a venir una nueva disputa por los territorios, porque  el crimen de Pillín habilitaba nada menos que a generar esas nuevas peleas que se conformaron en enero de este 2025 con 20 asesinatos -1 cada 36 horas- y con muchos de los que vienen ya produciendo en febrero, marcando algo que el gobierno provincial y nacional no quieren aceptar por negación y tal vez, por algún otro fin político del cual ya vamos a hablar.

Por un lado, la reducción de homicidios en un 65% en la ciudad de Rosario durante el año 2024, no tiene como resultado inmediato la recuperación de la paz y la tranquilidad de los barrios, porque las muertes violentas lo que expresan, es una forma violenta de vivir y lo que hay que cambiar, no es solamente la reducción de homicidios sino, las formas violentas de vivir y para eso, tiene que haber ayudas concretas en la vida cotidiana de los barrios, trabajo, educación, cultura , alegría, deporte y eliminar los nichos de corrupción de la policía provincial del servicio penitenciario que cada semana que pasa, una vez más, nos enteramos de nuevos bolsones de nichos de corrupción, tanto del servicio penitenciario como de la policía de la provincia de Santa Fe y ese es un problema directamente político.

¿Quién se beneficia con el rebrote de violencia en Rosario? 

Lo otro, el objetivo político y casi en coro, los grandes medios de comunicación de un país que tristemente se dice federal pero que es profundamente unitario, que concentra y extranjeriza riquezas en Buenos Aires pero tambien, concentra la atención de todo el país desde los medios de comunicación de esa provincia en la que dicen ser nacionales. Están imponiendo la idea de que en la provincia de Buenos Aires hay un mar de sangre, con lo cual más temprano que tarde va a volver a florecer la idea de cambiar la Ley de Seguridad Interior de la democracia, para poner al ejército como control social más que como política de seguridad pública. 

Lo mismo que viene pidiendo los EE.UU desde los años noventa en adelante, hoy reforzado esto, con la segunda presidencia de Donald Trump que vuelve a marcar como siempre como cualquier imperio en decadencia lo hace, la mayor crueldad sobre las colonias y esta, es una colonia cada vez más convencida de serlo a través del presidente de la Nación que quiere despreciar el NARCOSUR para tener un acuerdo comercial directamente vinculado con el imperio de EE.UU y su mandante.

En este contexto lo que pasó en Rosario, también marca lo otro, la distancia del estado con la realidad de las chicas, los chicos, las familias pobres. En todas estas horas que vinieron del triple crímen en adelante, una organización social se tuvo que hacer cargo de cuidar a los sobrevivientes que habían sido testigos de la masacre y por más que habían ingresado al sistema de protección de testigos, los únicos que pudieron evitar que remataran a esos sobrevivientes fue la organización social CAUSA que los tuvo que llevar a distintos lugares privados, más vinculados con el compromiso personal de los integrantes de esta organización social.

En lo particular, hable dos veces con el ministro de justicia y seguridad social de la provincia de Santa Fe, Pablo Cococcioni, con el jefe de fiscales de Rosario, Matías Merlo, con el intendente de la ciudad de Rosario -tres veces- Pablo Javkin para ver si se podía proteger a los sobrevivientes.

Ya hay gente que se está yendo de villa banana -una especie de exilio- por la impunidad que tienen estas bandas narcopoliciales barriales. Insisto, hablamos de bandas narcopoliciales barriales. Lo que está por abajo...

Lo que está por arriba... lo que significa la inversión de dinero, la recuperación del dinero grande del narcotráfico y de las armas, eso sigue intacto e invicto porque forma parte del sistema capitalista.