El Sahel africano se enfrenta a devastadoras inundaciones por la crecida de los ríos Níger y Nilo, que causan centenares de muertos

Nigeria

Las autoridades afirmaron el lunes que la situación de las inundaciones está «fuera de nuestro control», y señalaron que más de 300 personas han muerto por las inundaciones en 2022, 20 de ellas en la última semana.
Sólo desde el 4 de septiembre, al menos 103 personas han muerto y 140.000 se han visto afectadas cerca de las ciudades de Maradi, Zinder, Dosso y Tahoua. Sin embargo, la capital, Niamey, se ha salvado hasta ahora.
Más de 25.900 viviendas han sido destruidas, junto con 71 aulas, 6 centros médicos, 210 almacenes de grano y 700 cabezas de ganado, según el gobierno.

Según el último informe de Naciones Unidas, las inundaciones han afectado a más de 286.000 personas y han destruido casi 17.000 hogares. Ha arrasado carreteras, casas e infraestructuras vitales, como el tendido eléctrico.
La ONU advirtió el mes pasado que unos 12 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre en Etiopía, Eritrea, Yibuti, Somalia y Kenia en los próximos meses. Las sucesivas temporadas de lluvias fallidas han hecho que se sequen los pozos y se pierdan las cosechas, obligando a millones de personas a abandonar sus hogares en busca de alimentos y agua.