El Inmortal. Testigo del nuevo sudario

DEL CIELO A LA TIERRA
SONIA ALEA. MADRE DE UNA IMAGEN VIVA E INTELIGENTE DE MÍ EN EL MUNDO: SONIA TABITA ARAT RA.
EN SU SUBLIME PECHO HE INJERTADO LA SAVIA DEL AMOR, DE LA POESÍA, DEL CONOCIMIENTO.
LEED A SONIA ALEA Y REGOCIJENSE EN EL ESPÍRITU.
ADONIESIS
Planeta Tierra
8 de abril de 2025
GB
El Inmortal. Testigo del nuevo sudario
Por Sonia Alea
Las hojas movidas por el viento cobran vida, contando historias antiguas transmitidas por árboles milenarios, testigos silenciosos de acontecimientos que han traído a la humanidad hasta nuestros días.
Hablan de deidades que aparecieron en el planeta e intervinieron en la genética de una antigua criatura acuática para que pudiera albergar el Espíritu-Inteligencia.
Y así nació la humanidad
A lo largo de milenios, seres angélicos de las estrellas fueron enviados por la Inteligencia Suprema para guiar e injertar una nueva genética capaz de impulsar a las almas a levantar la mirada hacia el Cielo para abrirse a la belleza del cosmos y sus valores eternos.
El Inmortal confió a tres de sus hijos la custodia de la Madre Tierra y su gente. Lo guiaron a través de los siglos entre civilizaciones avanzadas y otras que, cayendo en la oscuridad, se alejaron de la luz.
Los imperios surgieron y cayeron. El alma humana fue contaminada por el germen de la presunción y las criaturas se distanciaron de su Creador, generando tiempos oscuros marcados por el dolor y la violencia. Sólo una pequeña porción de la humanidad permaneció fiel a los tres antiguos guardianes.
Entonces, hace dos mil años, ocurrió un acontecimiento que detuvo el tiempo de esta humanidad y de todas las constelaciones.
En Palestina nació un hombre que contenía en sí la luz del sol y la sabiduría de las estrellas. En Él residían el Creador y la creación al mismo tiempo.
Habló a los corazones de los pueblos, sanó cuerpos y espíritus, los elementos de la Tierra se inclinaron ante Su paso divino y las estrellas iluminaron Su glorioso camino. Él fue la encarnación perfecta del Amor que contiene en sí el valor supremo de la justicia.
Sacrificó su vida para imprimir en el espíritu de los seres humanos los valores de la tolerancia, la humildad y el perdón. Se hizo hombre entre los hombres. Él venció a la muerte y regresó a la Tierra a través de los siglos, acompañando y custodiando a los suyos hacia el fin de los tiempos.
Hoy, de nuevo, un hombre se convierte en su cáliz sagrado y derrama su sangre. Él yace en un nuevo sudario y vence a la muerte una vez más para recordarnos el Camino. Para barrer el veneno del antiguo enemigo y su engaño que intenta nublar el ojo del espíritu ante la Verdad de todos los tiempos.
El Inmortal es testigo de este nuevo sudario. Vive el sufrimiento de ese cuerpo torturado que se contrae en el dolor, reflejando el sufrimiento de la humanidad.
Él nos envuelve con su mirada cósmica y en esa mirada divina que levanta para mirar nuestras almas, siento su advertencia. Sé fiel hasta el final.
Con infinita devoción
Sonia Alea
8 de abril de 2025
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