Los símbolos más queridos de la Navidad se enfrentan potencialmente a la extinción
Los renos hambrientos se abren paso sobre una escasa capa de nieve, ya que las altas temperaturas del Ártico les privan de las condiciones que necesitan para sobrevivir.
Los renos de Laponia prosperan en inviernos de 30 grados bajo cero e incluso más fríos, escarbando en la nieve para alimentarse y pastando en líquenes y musgos.
Por eso, cuando en los meses más fríos llueve en lugar de nevar, formando duras costras de hielo en lugar del habitual manto blando, el alimento se vuelve inaccesible para ellos.
Ahora, uno de los símbolos más queridos de la Navidad se enfrenta a una posible extinción.

Su número se ha reducido a más de la mitad en las últimas dos décadas. Muchos han muerto de hambre y las crías han perecido en veranos sofocantes, ya que la región se calienta cuatro veces más que la media mundial.
Anna Kristiina Ollila, pastora de la novena generación de la zona más septentrional de Finlandia, afirma: «Nuestros renos tienen hambre. El tiempo se ha vuelto muy imprevisible.
«Los inviernos empiezan mucho más tarde y la primavera y el verano duran más.
«Tuvimos nieve en octubre, pero desapareció. El año pasado no llegó hasta justo antes de Navidad».
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