Pachamama

01.08.2023

Por Estela Casado y Mirtha Susana Rodriguez

El 1° de agosto se celebró el día de la PACHAMAMA o PACHA RAYMI que significa, "Fiesta de la Tierra" conmemoración, que se realiza anualmente en honor a la divinidad Andina PACHA MAMA o MADRE TIERRA en los pueblos andinos como los Quechua y Aymara de los Andes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Es el día de gratitud a la tierra.

El ritual central es la challa o pago, el tributo, los pueblos originarios y aquellos que sin serlo lo realizan, ofrendan alimentos y bebidas, se agradece y se pide por las próximas cosechas y se honra a la Madre Tierra todo el mes.

"Pacha" significa universo, mundo, tiempo, lugar, y "Mama", madre. A la Pacha se la considera una deidad andina de la tierra, una figura que representa la energía femenina de amor, protección y fertilidad.

Es la energía materna que vive en el planeta y también es el tiempo cíclico, el que está marcado por los ritmos de la naturaleza; honrar la Pachamama es honrar nuestra relación sagrada con esa totalidad de vida y energía: 

"Es recordar que somos parte, que somos como una plantita más del paisaje. No es solo la Tierra, sino, que es todo lo que existe y su presencia, su esencia espiritual, se siente en todas partes y en todo tiempo".

La parte más importante de la celebración es la Corpachada, que es básicamente darle de comer a la Tierra, y es ese momento, en donde se fortalecen esos lazos que tenemos con la tierra y con la comunidad, y lo más maravilloso de la ceremonia, se reencuentran las familias. Se aprovecha para contar historias y para reafirmar la solidaridad. Es una celebración comunitaria y se vive con mucha alegría".

¿Por qué se hace en agosto? 

Porque "ese es el momento en que la Tierra descansa y es una preparación para la siembra. Entonces, es un momento en que la tierra está como "en espera", hay muchos rituales dentro de la celebración y son diversos en todas las regiones.

Se preparan muchas comidas porque es la gran celebración a la madre Tierra y tiene que ver con lo que se come habitualmente, deben alimentarse todos los presentes, por eso, "la abundancia" es visible a través de la multiplicación de platos que se ofrecen. Es la forma de manifestar esa abundancia que se está pidiendo a través de la comida.

"A la Madre Tierra se le da de comer lo mismo que nosotros comemos, y eso también es un mensaje importante, porque somos parte, no es algo allá afuera, no es una entidad exótica que está parada ahí en un pedestal y a la que se le da algo diferente como forma de honrar. Es lo mismo porque somos parte de la totalidad de vida y energía.

También se le da de beber la chicha que es una bebida del fermento del maíz y hojas de coca, cigarrillos.

La caña con ruda que asociamos a la Pachamama viene de otro contexto ya que la ruda es europea y se utilizó en nuestro país principalmente en la cultura del pueblo guaraní aunque adoptada por otras.

Este ritual es para combatir "los males del invierno", permaneció intacto y la fecha es el primer día del octavo mes del año cuando la fiesta de la Pachamama encuentra a sus fieles consumiendo la caña con ruda para garantizar protección y fortuna.

El aspecto espiritual de la Tierra está en nuestro sentir humano, cualquiera sea nuestro origen o cultura, es una celebración que honra a la vida, a la abundancia de la Tierra, para las comunidades la necesidad de cuidarla, agradecerle, admirarla por sus dones y su belleza, ceremonias que los acercan, les recuerdan que son comunidad, permiten sanar las heridas de odio y separación que los han marcado y constituyen la oportunidad de cuidar la Tierra que es nuestro hogar por sobre todas las cosas, para todos los seres vivos, para los humanos y las generaciones que vienen.

A propósito del tema una escritora licenciada en botánica, científica y docente reflexiona: 

"nos enseña como la gratitud puede ser una medicina para nuestro mundo capitalista enfermo. El despertar de una conciencia ecológica requiere el reconocimiento y celebración de nuestra relación recíproca con el resto del mundo viviente, sólo así seremos capaces de comprender la generosidad de la Tierra y aprender a dar nuestros dones a cambio".

Valores de respeto que no parecen encuadrar en el mundo urbano actual en el que "el verde" es un slogan publicitario y no la descripción de una pradera. La Tierra era nueva entonces cuando acogió al primer ser humano, ahora se ha vuelto vieja y somos muchos los que creemos que hemos abusado de su hospitalidad por olvidar los conocimientos de los originarios. Desde el origen del mundo el resto de las especies han sido el salvavidas de la humanidad, ahora nos toca a nosotros salvarlas a ellas.

Debemos reflexionar sobre aquellos conocimientos ancestrales sabiendo que nuestros nietos heredarán el mundo, procurando que los beneficios de sus cuidados se prolonguen más que nuestra propia estadía en él. Todos nos volvemos nativos cuando actuamos como si el futuro de nuestros hijos importara, cuando cuidamos de la Tierra como si nuestras vidas, -las materiales y espirituales- dependieran de ello.

Los occidentales reconocen una jerarquía para las criaturas en las que el ser humano está en la cúspide de la evolución, el niño mimado de la creación y las especies vegetales en la base.

Sin embargo, en los saberes indígenas, el ser humano es "el hermano pequeño de la creación", la creatura que menos experiencia tiene de la vida y por lo tanto debe aprender más del resto de las especies, que son las MAESTRAS que nos guían, transmiten sabiduría a través de la manera en que viven. Llevan acá mucho más tiempo que nosotros y viven por encima y por debajo de la Tierra, unen ésta con el Mundo del Cielo.

Las plantas son capaces de utilizar la luz y el agua para crear alimentos y medicina que después nos las entregan. Debemos aprender a agradecer sus dones y brindar los nuestros, para cerrar el círculo de la abundancia.

Estos últimos conceptos como les decía son de Robin Wall Kimmerer, vertidos en uno de sus libros: UNA TRENZA DE HIERBA SAGRADA.

Nos despedimos, procurando y deseando que la trenza de hierba nos conecte con nuestra amada Tierra y que todos y todas, podamos entrelazarnos y aferrarnos a su sabiduría para estar en comunión.

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