TRANSFORMANDO LOS ALIMENTOS EN VENENOS - I

15.07.2023

Por Mirtha Susana Rodriguez y Estela Casado

Hablamos de semillas, Ley de patentes y de la intervención malintencionada por cierto, de las empresas multinacionales que en este tema pretenden acaparar el mercado e introducir en el mismo, las semillas transgénicas -de hecho, hace muchos años que lo hacen-.

En base a los conceptos vertidos en varias entrevistas, incluso en libros, hablaremos de una gran defensora y pionera en este tema desde hace 30 años, activista, pacifista, filósofa y escritora, su nombre es Vandana Shiva.

Nació en los Himalayas, en Dehradun, India, y tuvo la suerte de criarse dentro de una familia que la incentivó a desarrollarse a nivel intelectual. Recuerda el impacto que le provocó leer un libro de Einstein, lo que la llevó años más tarde a elegir el estudio de la Física. Siempre estuvo vinculada a la tierra, al campo, por eso entendió pronto el valor de los árboles y los bosques.

Esto dice:

En los 70 me uní a un movimiento de mujeres que abrazaban árboles para que no fueran derribados, "Chipko"que significa abrazar. De ese hecho aprendí que abrazar árboles puede ser una herramienta primordial para evitar la destrucción. De mis hermanos y compañeros del Himalaya aprendí sobre biodiversidad, plantas y bosques, más que de los expertos. Aprendí a respetar los conocimientos de los nativos que no habían ido a la universidad pero sabían de la tierra, y el poder de trabajar juntos.

En 1984 hubo un desastre, una fuga química en Bhopal, con más de 3 mil personas muertas y niños que nacieron con deformaciones, las consecuencias son visibles al día de hoy. En esa misma época se levantaron plantas químicas en nombre de la Revolución verde, que, dice Vandana, "de revolución y de verde no tenían nada. Se decía que traería prosperidad pero no hubo paz, se decía que producirían muchos alimentos, y la realidad es que provocaban más enfermedades".

Ese hecho la convenció para involucrarse y empezar a escribir sobre el tema, "La violencia de la Revolución Verde" denuncia y adopta una posición frente a un modelo industrial que busca generar ganancias sin tener en cuenta los daños que causa el agronegocio. El patentamiento intelectual de las semillas genéticamente modificadas es solo una parte del sistema perverso, que se apropia de lo que fue siempre de la tierra y de los agricultores.

Afirma que: 

La creación sucede constantemente y la semilla es la encarnación suprema de esta creación continua, en una pequeña semilla está la promesa del árbol entero y no de una planta, sino de cientos y miles. Más importante aún, no solo plantas para la próxima generación, sino plantas para siempre, porque de la semilla, viene la semilla hasta el infinito.

En nuestro idioma Hindi, llamaron a la semilla BIJA "JA" es vida. 

BIJA es aquello en lo que la vida surge por su cuenta para siempre.

Cuando plantamos una semilla rezamos una oración muy sencilla "Haz que esta semilla sea inagotable", porque la semilla, no tiene por qué agotarse. Las dos características intrínsecas de ella son:

  1.  Regenerarse 
  2.  Multiplicarse

Así que en su misma naturaleza está el nunca agotarse, así es como la naturaleza ha creado constantemente lo suficiente para las necesidades de las personas y para el futuro; y no ha habido en agricultura ecológica, diferencia alguna entre las semillas y granos que comemos y guardamos para plantar en el futuro.

Se cultivaba la cosecha, se guardaba una parte, se comía el resto y se tenía alimento continuamente. Pero hace unas décadas las grandes empresas crearon los químicos, y los agrotóxicos que tienen su origen en los que se usaron en la guerra. "En Alemania, los gases de las cámaras de gas, tenían la misma naturaleza que los fosfatos que se usaron para los cultivos. Los fertilizantes sintéticos vienen de las fábricas de explosivos. Hay muchas bombas hechas de fertilizantes", empezaron a introducirse en el sector de las semillas y dijeron: "NO ES JUSTO QUE LOS AGRICULTORES GUARDEN SUS SEMILLAS PORQUE NOS ESTAN ROBANDO".

Y así, es como piensan las empresas de hoy en día. Primero piensan si pueden ganar dinero y si no lo ganan lo definen como un "robo".  Les doy un ejemplo, Canadá no quería vender su agua, una compañía quería comprarla para venderla en California y Canadá dijo ¡¡¡No queremos venderla!!! Y les denunciaron. Denunciaron al gobierno de BRITISH COLUMBIA diciendo: "NOS ESTÁN ROBANDO NUESTROS BENEFICIOS".

Estas empresas químicas hicieron lo mismo con las semillas. Dijeron: tenemos que tener Leyes que impidan a los agricultores guardar su semilla. Normalmente cuando se intenta introducir un concepto tan disparatado en la sociedad se inventa una palabra rimbombante para acompañarla y la llamaron "derecho a la propiedad intelectual" y dijeron que la semilla es su propiedad intelectual.

Para poder definirla como su propiedad, las empresas se dieron cuenta que primero tenían que modificarla un poco y por eso crearon la ingeniería genética y los transgénicos. 

TOMAN UN GEN DE UNA BACTERIA, LA INTRODUCEN EN UNA PLANTA Y DICEN: "AHORA HEMOS CREADO ALGO NUEVO, SOMOS CREADORES Y POR LO TANTO DUEÑOS".

La fertilidad de la semilla viene de la POLINIZACION para que exista la siguiente generación de semilla tiene que haber fertilización y la fertilización es comunicación, es un bien común que tiene que ser compartido. Pero al declararla "propiedad intelectual" compartir se convierte en un crimen, conservar, se convierte en un crimen.

La ingeniería genética surgió, por el deseo de patentar. La patente significa que nadie más puede utilizar, fabricar, producir, distribuir lo que se ha patentado. Las patentes están asociadas con el cobro de ROYALTIES (cantidad que se paga al titular de un derecho o de una patente a cambio del beneficio para ejercerlo) igual que la gente cobra alquileres por una casa.

Según datos, que brindó Vandana en una conferencia del año 2008: India solía tener 200.000 variedades de arroz, 1.500 variedades de mango, cientos de miles de variedades de plátano. Toda esa diversidad está desapareciendo porque está siendo sustituida por maíz y soja ya que la idea tras la ingeniería genética era ser propietarios de las semillas y la vida; ahora las empresas ya no tienen que utilizar el argumento de que han inventado una planta, se están haciendo directamente con la propiedad de las plantas.

Estas multinacionales están comprando todas las pequeñas empresas locales que venden semillas, de forma que hay un monopolio de 5 compañías que están controlando el suministro de las mismas en el mundo. 

La semilla significa alimento, cuando controles la semilla controlas el alimento.

Cuando la naturaleza nos da la semilla no nos cobra un alquiler. Cuando voy a recolecciones de semillas los agricultores las comparten gratuitamente. Asi que la semilla que pertenecía a los agricultores y a las comunidades, es ahora propiedad por la cual el agricultor debe pagar royalties a las empresas y en condiciones como en la India, donde un agricultor tiene que pagar mucho más por la semilla y además cada año, porque caducan en lugar de renovarse esto hace que los agricultores sean obligados a endeudarse.

Así pues todo este tema es importante por muchos motivos:

  1. Creo que es el trabajo medioambiental más importante (la protección de la biodiversidad), pero como las vas a proteger sino tienes las semillas de biodiversidad.
  2. Para los agricultores y el medio rural: si no tienen acceso a las semillas como propiedad pública comunitaria ya no tendrás pequeños agricultores, asique proteger la agricultura pasa por proteger la semilla.
  3. Es una cuestión que atañe a los que comemos y todos tenemos que comer. 

Si hay dictadura de la semilla, entonces, los consumidores no tenemos opción de comer comida sana porque las semillas no renovables son tóxicas, están limitadas en cuanto a diversidad. Que paradoja, la semilla que es la fuente de la fertilidad, ahora se está haciendo estéril.

La oración que rezábamos al plantarla: 

"haz que esta semilla sea inagotable" se ha transformado en una oración corporativa de los grupos empresariales "Haz que esta semilla se agote cada año, para que nuestros beneficios sean inagotables"

Gran parte de la violencia que se vive en este momento, la filósofa, se lo adjudica a la manera en que se produce la tierra. 

Afirma que la agricultura industrial significa guerra.

Pero la violencia es también mental, es cómo nos hacen pensar sobre el planeta y la diversidad.

"Nos hacen creer que cada insecto es una plaga y hay que matarla, que cada planta que no genera ganancias, es una maleza. Que el pequeño agricultor es un enemigo para eliminar".

Tanta violencia en zonas como Siria o Nigeria, que causan millones de muertes y desastres ecológicos, debe frenarse, debemos parar la guerra contra la tierra porque la tierra significa vida.

Durante una conferencia que dio Vandana en Argentina en el 2016, la periodista Soledad Barruti, le hizo la siguiente pregunta: 

¿Para que exista un cambio, se debe acompañar desde la ciencia? ¿Pero qué sucede cuando la idea sobre ella está intervenida por los intereses comerciales? ¿Cómo se puede modificar?

La respuesta es clara:

"La ciencia significa saber, desde su raíz latina. Todos los que saben son científicos, en estos términos. La ciencia fue definida como un conjunto de conocimientos objetivos a partir de la Revolución Industrial. Se dejó en manos de las empresas la responsabilidad de definir la verdadera ciencia".

Por eso, Vandana Shiva dice que este es el momento para plantarse y oponerse a la propaganda que se vende como ciencia verdadera, aprovechar la conjunción de los conocimientos milenarios con las ciencias de la ecología permitirá salir de la prisión y el reduccionismo de la ciencia mecanicista.

La transmisión de saberes es necesario. Por eso fundó la Universidad de la Tierra en Navdanya, en donde enseñan sobre agroecología, biodiversidad y arman una red de productores y cuidadores de semillas orgánicas que se reparten a través de dieciocho estados en la India.

En realidad, somos nosotros como raza los que, con nuestros actos, amenazamos la propia supervivencia. Menciona como ejemplo el caso de la soja en Argentina, y no lo mide en rinde por hectárea, sino en nivel de nutrición, porque mayor ganancia no implica mayor salud.

Y concluye afirmando:

"Un sistema que transforma los alimentos en veneno puede ser eficiente en términos de ganancias pero es un desastre si hablamos de la tierra. Somos ciudadanos de la tierra y ella nos da todo lo que necesitamos. Nuestro deber es trabajar por el suelo y reabastecerlo por la biodiversidad".


Un informe del Observatorio de Buenos Aires del año 2019 y del que vamos a profundizar en un nuevo artículo, muestra cómo la corporación de semillas y agroquímicos sigue pulseando por profundizar el modelo extractivista.

Junto con nuestros compañeros de radio y desde este espacio, permanentemente planteamos la falta de soberanía, tan vapuleada en nuestro país desde diferentes perspectivas. Concluímos entonces, que la soberanía alimentaria debe imponerse como un tema de urgente tratamiento en un país con niveles de pobreza escandalosos. 

Programa N° 139, emitido el 14/7