EL ENCUENTRO CON EL CHAMAN

06.12.2025

¿Sabías que existen experiencias como la que relata el autor del libro "La Matriz Divina", Gregg Braden? Él relata que encontrándose en un remoto cañón del noroeste de Nuevo México con un chamán indígena resultó ser una viviencia tan curiosa como impactante. El encuentro lo describiremos en primera persona, tal como él lo relata:
















                                               .


Por Mirtha Susana Rodríguez y Estela Casado

Luego de saludarnos le pregunté: 

—¿Cuánto tiempo ha estado observándome?

No mucho, contestó, "vengo a menudo aquí para escuchar las voces de mis ancestros", señalando unas cuevas del otro lado del cañón. 

El sendero pasaba por unos yacimientos arqueológicos cuyos edificios habían sido construidos hace unos 11 siglos por el misterioso clan que nadie sabe de dónde vinieron ni quienes eran. Los actuales indígenas los llaman simplemente Los Antiguos, aparecieron de golpe y trajeron consigo la tecnología más avanzada que había de verse en Norteamérica durante más de mil años. 

Construcciones de cuatro pisos, kivas de piedras (estructuras redondas utilizadas para ceremonial) enterradas bajo tierra, sistemas de irrigación y sofisticados sistemas de cultivo que alimentaban a los habitantes y luego simplemente desaparecieron.

He venido a menudo a este lugar para caminar, sumergirme en la extraña belleza de su abierta desolación y sentir el pasado. En esa tarde el chamán y yo habíamos acudido a esta meseta desértica por la misma razón. Mientras intercambiábamos opiniones sobre los secretos del lugar, mi nuevo amigo me contó una historia:

"Hace mucho tiempo nuestro mundo era distinto al de hoy, había menos gente y vivíamos más en contacto con la naturaleza. La gente conocía el lenguaje de las lluvias, de las cosechas y el gran Creador; incluso sabía cómo hablar a las estrellas y a los habitantes del cielo. Era consciente de que la vida es sagrada y que es el fruto del matrimonio entre la madre Tierra y el Padre Cielo, había equilibrio y eran felices.

Sentí que algo muy antiguo manaba de mi interior y de repente su voz adquirió un tono de tristeza y dijo:

"Nadie sabe por qué pero la gente comenzó a olvidar quién era y empezó a sentise separada de la tierra, de sus semejantes y de su Creador, se sentía perdida y deambulaba por la vida sin rumbo ni dirección, a causa de su separación creían que tenían que luchar para sobrevivir y defenderse de las mismas fuerzas que les dieron la vida y con las que había convivido".

En poco tiempo toda su energía comenzó a ser usada para protegerse del mundo exterior en lugar de hacer las paces con el mundo interior".

Describía a los seres humanos contemporáneos, con la excepción de culturas aisladas y remotas y de lugares donde perdura la tradición, nuestra civilización está sin duda más centrada en el exterior que en el interior.

El Chamán había captado mi atención…¿ahora la pregunta era dónde quería llegar con su relato?

Y continuó: 

"A pesar de que estas personas olvidaron quienes eran, el legado de sus ancestros seguía vivo en su interior. "Aún había un recuerdo que perduraba, en sus sueños nocturnos sabían que tenían el poder de curar sus cuerpos, provocar la lluvia y comunicarse con sus ancestros, de alguna forma podían volver a encontrar su lugar dentro del mundo natural; a medida que intentaban recordar quienes eran comenzaron a construir objetos exteriores que les recordaban quienes eran en su interior, crearon maquinarias, sustancias químicas, cables para comunicarse en largas distancias y cuando más se alejaban de su poder interno más abarrotaban sus vidas con los objetos que ellos creían que les iban a dar felicidad".

Mientras lo escuchaba, percibí los paralelismos entre la gente de esa historia y nuestra actual civilización que parece ser incapaz de ayudarse a crear un mundo mejor. Creemos no tener ningún poder para aliviar el sufrimiento de enfermedades que nadie debería tener que soportar y nos sentimos insignificantes ante el presente peligro nuclear que amenaza al mundo a causa de nuestras divisiones religiosas, nacionales y étnicas. 

Cuanto más nos alejamos de nuestra relación natural con la tierra, con nuestros cuerpos, con nuestros semejantes y con Dios, más vacíos nos sentimos e intentamos llenarlo con cosas.

Además, cuando el objetivo de nuestras vidas pasa a ser cómo evitar la enfermedad en lugar de como vivir de manera sana, cómo eludir la guerra en lugar de cooperar para lograr la paz, y seguimos creando nuevas armas, está claro que el camino que elegimos es el de la supervivencia, nadie es feliz y nadie gana.

Lo más lógico sería buscar otra posibilidad y esta es la razón por la cual cuento esta historia . Le pregunté: 

—¿Cómo acaba la historia, consiguió esta gente recuperar el poder y recordar quién era?

El hombre sonrió, se quedó en silencio un momento y luego susurró: 

"nadie lo sabe porque la historia no ha terminado. Estas personas son nuestros ancestros y nosotros somos los que estamos escribiendo el fin... ¿qué le parece?"

El autor concluye: 

Cuando veo lo que sucede en el mundo me acuerdo de su historia y me pregunto si escribiremos el final durante esta vida ¿seremos tú y yo los encargados de recordar?

En la concepción del autor "La Matriz Divina", es el recipiente en el que existe el Universo, el puente entre todas las cosas y el espejo que nos muestra lo que hemos creado.

FUENTE: 

"La Matriz Divina" – Gregg Braden