CAFÉ Y NARCOS EN DEBATE

11.09.2021

DEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 9 DE SETIEMBRE DEL 2021:

GIOVANNI, DIRECTOR DE FUNIMA, SIN HIPOCRESÍAS PUBLICA UNA ACUSACIÓN HACIA PODEROSOS Y NARCOS EN DEFENSA DE LOS DÉBILES.

LEAMOS.

G.B.
PLANETA TIERRA
9 de setiembre del 2021

Café y narcos en debate

De Giovanni Bongiovanni

En respuesta a las acusaciones sobre elogiar la vida de los "Narcos".

En vista de algunos comentarios que recibí después de la publicación de las Historias donde bebo café con la banda sonora de fondo, de la serie de televisión "Narcos" de Netflix, respondo: ¡Es una hermosa serie de denuncia!

Narcos cuenta sin censura, desde el principio hasta el final de sus 50 episodios, la implicancia de los servicios secretos, la CIA en primer lugar con los cárteles del narcotráfico Colombianos y Mexicanos.

Hechos que acontecieron realmente que nos muestran al sistema criminal mirando la connivencia de políticos, empresas, bancos, ejércitos y mucho más. Mírenla, es una serie emocionante y apasionada, triste y dolorosa. Real.

Si alguien piensa que estoy patrocinando a Pablo Escobar y que la canción que me acompañaba mientras bebía mi café homenajea esa vida perversa, posee, por cierto, una visión superficial de esta serie televisiva y la canción no representa el himno de los narcos.

O, simplemente miró esa serie, a través de sus instintos más bajos. El deseo de matar, de la euforia del drogarse, de poseer, de mandar, de rodearse de lujo.

Narcos no es sólo eso. Narcos es un fragmento de historia mostrada a través de los ojos de la DEA, de aquellos hombres que no se han rendido incluso después de haber comprendido la complicidad de sus propios superiores y de figuras mucho más arriba que ellos.

La canción Tuyo de Rodrigo Amarante, con su voz persuasiva y esas notas típicas del sonido latinoamericano, reconstruyen el estado de ánimo perfecto del entorno en el que me sumerjo cuando bebo un buen café.

Es eso lo que quería transmitir...

... en realidad, no me sorprendió que alguien me escribiera pensando que estaba elogiando a ese mundo... Pero como saben, me gusta provocar, y estimular un debate partiendo de caminos insólitos, mostrar las cosas desde otro punto de vista.

Ahora, voy a la historia de las plantaciones de café, de los hombres y mujeres detrás de ellas, historias de violencia, similares o peores a las de las plantaciones de coca y cannabis. Historias que comenzaron muchos años antes, en tiempos en los que matar a un indio ni siquiera era considerado como un delito y se cometían torturas y atrocidades que no eran juzgadas como hoy. En los tiempos en que comenzó la explotación. Brasil, Colombia y Guatemala, aún hoy los mayores productores de café, donde costaba más mantener un buey que a un ser humano y mucho más, aún, que a un indio.

Los países occidentales depredadores de tierras ricas desde los años del colonialismo hasta la posguerra, han fomentado guerras, corrompido partidos políticos, apoyado dictaduras. Han exterminado poblaciones enteras, matando a decenas de miles de hombres, mujeres y niños.

El café como la coca y la marihuana generan enormes beneficios para aquellos que tienen el poder de manejar estas cosas.

"América Latina es un país martirizado porque es esclavo de su riqueza, presa de conquistadores sin escrúpulos" - decía Eduardo Galeano.

El café Nueva Esperanza quiere cambiar las cosas y devolver la dignidad a los trabajadores de esas hermosas tierras que tanto nos regalan cada vez que probamos sus productos, el café, como cualquier otra cosa que nazca y crezca en esos lugares.

El café es una de las cinco principales materias primas alimenticias más comercializadas en el mundo desde hace más de 200 años.

Todavía hoy la explotación de sus agricultores es real porque el precio es decidido por el mercado financiero sin tener en cuenta la vida de quien lo produce.

Del mismo modo que la guerra contra el narcotráfico no es una verdadera guerra, sino una payasada que ofende la inteligencia de quien es capaz de reunir unos pocos razonamientos, es decir: conviene a quien tiene el poder de vencerla, pero no la combate por evidentes intereses.

Giovanni Bongiovanni
Presidente de Funima International