El escudo invisible de la Tierra se debilita: la Anomalía del Atlántico Sur crece sin control

Un inquietante fenómeno está ocurriendo en las profundidades del planeta: el escudo magnético que protege a la Tierra de la radiación cósmica está mostrando una grieta que crece sin detenerse.
Los científicos han detectado que la Anomalía del Atlántico Sur (SAA), una zona de debilitamiento del campo magnético terrestre, se ha expandido casi al doble del tamaño de Texas desde 2014 y continúa desplazándose lentamente hacia África. El nuevo estudio, elaborado con datos de los satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA), revela que la anomalía ha aumentado un 25 % y avanza alrededor de 14 millas al oeste cada año.
Bajo esta región, donde el escudo magnético terrestre pierde fuerza, los satélites que cruzan su órbita enfrentan altos niveles de radiación. Esto puede causar fallos electrónicos, corrupción de datos o daños permanentes en sistemas críticos de GPS, comunicaciones y meteorología.
"Hay algo especial sucediendo en esta región que está provocando un debilitamiento más intenso del campo magnético", explicó Chris Finlay, profesor de geomagnetismo de la Universidad Técnica de Dinamarca.
El fenómeno tiene su origen en los flujos de hierro fundido del núcleo externo de la Tierra, que generan el campo magnético global. Pero ese océano de metal líquido no es estable: su movimiento cambia con el tiempo, y esos cambios están afectando directamente la intensidad del campo que nos protege del Sol y de la radiación cósmica.
Un escudo que se agrieta
El campo magnético de la Tierra actúa como una burbuja invisible que desvía las partículas cargadas provenientes del espacio. Pero en el Atlántico Sur, esa burbuja se está adelgazando. Los investigadores advierten que la región se está transformando en un "agujero magnético" con consecuencias que van más allá de la ciencia.
En el hemisferio sur, las zonas magnéticas débiles bajo África se están desplazando hacia el oeste, mientras que otras, bajo el Atlántico medio, se mueven hacia el este. En el norte, campos más fuertes también están migrando, alterando el equilibrio global del magnetismo terrestre.
Estos movimientos invisibles no sólo afectan la tecnología espacial: podrían modificar el clima espacial, las corrientes atmosféricas e incluso el comportamiento de las auroras.
Una advertencia desde el núcleo
Los científicos destacan que los cambios en el campo magnético son naturales, pero el ritmo actual es motivo de alarma.
La SAA es hoy la zona más vulnerable del planeta frente al bombardeo de radiación solar. Cada vez que un satélite la cruza, enfrenta un riesgo real de sufrir daños irreversibles.
"La Anomalía del Atlántico Sur es una advertencia del núcleo de la Tierra", advirtió Finlay.
"Nos muestra que el escudo protector de nuestro planeta es dinámico, y que los cambios en las profundidades pueden tener repercusiones en el espacio y en nuestra vida cotidiana".
Por ahora, la humanidad no está directamente amenazada, pero los científicos insisten en que la expansión de esta anomalía magnética es un recordatorio del delicado equilibrio que mantiene la vida en la Tierra.
En el corazón del planeta, a miles de kilómetros bajo nuestros pies, el hierro fundido sigue girando, alterando lentamente el escudo invisible del mundo.
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