El visitante interestelar 3I/ATLAS ha mostrado un comportamiento nunca antes visto en un cometa.

En agosto, el Telescopio Gemelo de Dos Metros, ubicado en las Islas Canarias, capturó una imagen que mostraba un débil chorro de gas y polvo que se extendía aproximadamente 6 kilómetros desde el núcleo del objeto, apuntando hacia el Sol.
Esta corriente es inusual, ya que las colas de los cometas normalmente apuntan en dirección contraria al Sol, empujadas por la radiación solar y el viento solar.
El profesor de Harvard Avi Loeb declaró el viernes:
"La existencia de una anticola que apunta hacia el Sol es una anomalía que plantea dos preguntas: ¿cuál es la naturaleza de esa anticola? y ¿por qué los expertos en cometas la ignoran mientras insisten en que 3I/ATLAS es un cometa común?".
Semanas antes, el telescopio espacial Hubble ya había detectado un fenómeno similar: un resplandor extendido dirigido hacia el Sol observado a fines de julio.
Loeb explicó que el resplandor se extendía unas diez veces más que su ancho, formando la geometría de un chorro dirigido al Sol, algo sin precedentes en ningún cometa conocido.
"Darse cuenta de esto es tan impactante como fotografiar a un animal que crees que es un gato callejero y descubrir que tiene una cola saliendo de la frente", comentó Loeb.
Añadió que, aunque muchos especialistas elogiaron la imagen del Hubble como prueba de que 3I/ATLAS se comporta como un cometa, pasaron por alto el detalle más importante: el chorro apunta en la dirección equivocada.
Tanto las observaciones del Hubble como las realizadas desde la Tierra muestran material moviéndose hacia el Sol, lo que contradice las leyes físicas que normalmente determinan la forma de las colas cometarias.
Loeb sugiere que esta orientación inusual podría deberse a que el objeto está expulsando partículas grandes y pesadas, menos afectadas por la radiación solar, o que podría existir un mecanismo de desgasificación completamente nuevo.
Desde su identificación en julio, el profesor no descarta un posible origen artificial o extraterrestre.
Según él, existe una probabilidad del 30 a 40 % de que el objeto "no tenga un origen completamente natural", e incluso plantea la posibilidad de que sea un "caballo de Troya", es decir, una estructura tecnológica disfrazada de cometa.
El misterio podría resolverse pronto, ya que 3I/ATLAS se acercará al Sol el 29 de octubre.
Si realmente es un cometa, debería desintegrarse en fragmentos al aproximarse.
"Cuando un cometa se acerca al Sol, la radiación calienta su núcleo helado. Los hielos volátiles, como el dióxido de carbono o el monóxido de carbono, se subliman directamente en gas, arrastrando polvo y pequeñas rocas. Este proceso puede provocar la ruptura del cometa si su estructura no resiste el estrés térmico", explicó Loeb.
La sonda Juice (Jupiter Icy Moons Explorer) de la Agencia Espacial Europea (ESA) tendrá una posición privilegiada para observar el evento, registrando el momento en que el objeto se fragmente o, como especula Loeb, "libere mini-sondas como una nave nodriza tecnológica".
Juice podrá observarlo cuando 3I/ATLAS se encuentre a unos 200 millones de kilómetros de Júpiter, y lo seguirá monitoreando durante noviembre.
Durante noviembre y diciembre, observatorios terrestres también rastrearán su evolución para determinar si se desintegró como un cometa natural o si liberó estructuras tecnológicas más pequeñas.
Aunque Loeb mantiene abierta la hipótesis de un origen no natural, la NASA sostiene que 3I/ATLAS es un cometa ordinario.
La agencia publicó imágenes del objeto cuando pasó cerca de Marte el 3 de octubre, donde se aprecia con forma cilíndrica.
Astrónomos aficionados también compartieron fotografías con colores mejorados, mostrando al visitante interestelar con un brillo verde.
Tanto Loeb como la comunidad científica internacional esperan ansiosos el acercamiento al Sol, que podría revelar de una vez por todas la verdadera naturaleza de 3I/ATLAS.
En palabras del profesor:
"3I/ATLAS aparecerá como una bola de luz borrosa en la oscuridad del espacio y, si se desintegra, se dividirá en pequeños puntos de luz independientes".
