Última advertencia: el Reloj del Juicio Final está a segundos de la medianoche

El Reloj del Juicio Final, uno de los símbolos más inquietantes creados por la ciencia moderna, se encuentra hoy más cerca que nunca de la medianoche, el momento que representa la aniquilación global. Tras un año marcado por guerras, crisis climática y tensiones políticas extremas, los científicos advierten que la humanidad atraviesa una etapa de peligro sin precedentes.
Creado en 1947 por investigadores vinculados al Proyecto Manhattan, el reloj no mide el tiempo real, sino el nivel de amenaza existencial que enfrenta la civilización. Cuando marca la medianoche, significa que un desastre irreversible —como una guerra nuclear o un colapso climático total— ya ocurrió.
El 28 de enero de 2025, el Boletín de Científicos Atómicos adelantó nuevamente las manecillas del reloj, dejándolo a solo 89 segundos de la medianoche, la distancia más corta jamás registrada. Nunca, en casi ocho décadas, la humanidad había estado tan cerca del punto de no retorno.
"Estamos viviendo una era de peligro extraordinario", advirtió la organización, señalando como principal factor la extremadamente volátil situación nuclear, especialmente en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Las tensiones geopolíticas, sumadas a la retórica nuclear, han elevado el riesgo a niveles históricos.
Desde el Kremlin, el portavoz Dmitry Peskov reconoció la gravedad del escenario, aunque responsabilizó a la OTAN y a Estados Unidos por la escalada del conflicto. "Esto nos obliga a estar especialmente atentos y a tomar las medidas adecuadas", afirmó.
Pero las armas nucleares no son la única amenaza. El cambio climático se ha convertido en un factor clave en el cálculo del reloj desde 2007. Según los científicos del Boletín, las emisiones globales de dióxido de carbono siguen alcanzando récords, intensificando fenómenos meteorológicos extremos cada vez más devastadores.
"Con las emisiones en aumento, los eventos climáticos extremos no solo persisten, sino que ahora son claramente atribuibles al cambio climático", explicó Sivan Kartha, del Instituto Ambiental de Estocolmo.
Aun así, los expertos insisten en que el Reloj del Juicio Final no es una sentencia, sino una advertencia. El profesor Robert Rosner, miembro del Boletín, lo comparó con un "canario en una mina de carbón", una señal temprana que todavía permite actuar.
No siempre estuvo tan cerca. En 1991, tras el fin de la Guerra Fría y la firma del tratado START entre Estados Unidos y Rusia, el reloj marcó su punto más lejano de la medianoche. En aquel entonces, los científicos declararon que había quedado atrás la ilusión de que acumular armas nucleares garantizaba seguridad.
Hoy, más de tres décadas después, las manecillas avanzan otra vez…
Y la pregunta es inevitable: ¿sabrá la humanidad retrocederlas antes de que sea demasiado tarde?
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