FLORECER, PARA HACER FLORECER
Sentir que el alma rebosa de amor.
Rebosar tanto amor que llegue a quienes nos rodean, tan llenos de una belleza repentina que se convierten en testigos de ella.
La vida está hecha para explotar, para llegar lejos; si se ve confinada dentro de sus estrechos límites, no puede florecer.
Si la conservamos solo para nosotros mismos, la sofocamos.
La...











